La situación es bien diferente con el motor de seis cilindros y 204 caballos. El SEAT más potente de la historia sí acelera con decisión. Incluso en el límite de lo que admite el chasis de este vehículo familiar. Con este motor es recomendable optar por la versión Sport, cuya suspensión es más dura y con muelles más cortos, por lo que la altura de la carrocería se sitúa 25 mm más cerca del suelo que en las versiones de acabado Stella o Signa. De serie con este motor, y opcionalmente en el resto de la gama, el Alhambra V6 lleva sistema de control de estabilidad (ESP). El airbag lateral delantero es de serie en todos los modelos, por lo que se trata también de uno de los monovolúmenes de gran tamaño con más equipo de seguridad.
Si se aprovechan las posibilidades del V6, el conductor percibe en el volante los tirones del eje delantero cuando actúa el sistema para evitar falta de motricidad. El ritmo de marcha para notar estos tirones, por carreteras viradas, debe ser elevado. Pero como el motor invita a ello, si se quiere, se puede ir rápido. Conviene tener precaución porque el coche es pesado, los frenos se resienten después de varias frenadas enérgicas seguidas y la capacidad de transmitir potencia al suelo se pone en entredicho si se acelera con ganas a la salida de las curvas.