Por sus dimensiones interiores, el Tigra se adapta mejor a personas de una estatura por debajo de la media que las que están por encima.
Estos últimos notarán que el marco del parabrisas y los montantes del techo quedan cerca de la cabeza. Es algo que ocurre con cierta frecuencia en los descapotables, aunque —por ejemplo— en un 206 CC hay más altura al techo y quien es grande puede viajar mejor. Quien vaya a comprarse este coche lo primero que tiene que hacer es probarlo y ver si se siente cómodo o no.
Como descapotable es una buena opción porque la protección que da a los dos ocupantes frente a viento está bien conseguida. En otros más caros como un Mercedes-Benz SLK o un Saab 9-3 Cabrio el viento no azota menos (tampoco más).
Ahora bien, el deflector de viento tras los asientos traseros es casi imprescindible si se va a utilizar su faceta de descapotable con asiduidad; y si se va a utilizar con tiempo frío también son muy interesantes los asientos calefactados .
El deflector de viste se compone de un marco metálico y una redecilla parcialmente translúcida que no deja ver a través de ella con nitidez si las condiciones de luz no son ideales (si se va a utilizar el coche con el techo puesto es mejor quitar el deflector).
El deflector no es plegable; no cabe en el compartimento que hay detrás de los asientos. O se pone en el maletero o suelto en el suelo por detrás de los asientos.
Para quitar el techo hay que dar al contacto, soltar los dos enganches del techo y presionar un mando situado en la puerta del conductor. La cortina del maletero tiene que estar en la posición más retrasada, para que quede hueco para el techo por delante de ella, entonces el volumen del maletero queda muy reducido. El tiempo de apertura y cierre es 18 s.
En el mejor de los casos, el maletero tiene 440 l (que es mucho) y en la posición para alojar el techo, 250 l.
El maletero se puede abrir bien con un mando en la puerta de conductor o desde el botón eléctrico que hay en la base del maletero. Es una operación automática y basta un toque para abrirlo.
Por el contrario, sólo se puede cerrar desde el mando del situado en la base del maletero, y para ello hay que sostener el botón apretado durante toda el proceso (si no, se para). Es un poco aburrido hacerlo así, pero supongo que será por una cuestión de seguridad porque el motor eléctrico que acciona esta tapa tiene mucha fuerza y no tiene función «antiatrapamiento».
Como coche cerrado también es una buena opción, con las limitaciones que para algunos puede suponer un habitáculo pequeño; el un Corsa y otros utilitarios hay más espacio que el Tigra. El ruido que genera el resto del tráfico llega bastante atenuado al interior (por ejemplo en circulación densa) y rodando en carretera alta velocidad no hay ruido aerodinámico molesto (lo que más se escucha es el motor).
La posición al volante no difiere mucho de la de un Opel Corsa, aunque no sé si es igual. El asiento va situado más bien alto (si fuera más bajo llegarían menos turbulencias a la cabeza), a diferencia de lo que ocurre en otros despotables que no están derivados de utilitarios. El volante tiene regulación en altura, pero le falta la de profundidad para adaptarse a gustos más diversos (puede haber quien le parezca que el volante queda un poco lejos del cuerpo)
Los asientos pueden ser cortos de banqueta para las personas más altas. Sujetan normalmente el cuerpo y no cansan después de conducir muchas horas seguidas.