Opel venderá el Speedster en España, a partir del mes de junio, a un precio de 5.600.000 pesetas. Sólo 100 unidades se traerán a nuestro país, repartidas por once provincias. Resulta más caro que otros modelos comparables MG MGF, Toyota MR2 y Mazda MX5 a pesar de estar menos equipado.
No sólo resulta peor equipado, sino mucho más incómodo que sus competidores (salvo quizá el Lotus Elise, que también es más caro y más ligero). Es un coche para verdaderos apasionados de su línea y prestaciones, ya que resulta muy incómodo para subir a él (quizá habría que decir bajar a él), con poco espacio lateral para los dos ocupantes, divertido pero difícil de conducir y muy ruidoso. Con la capota puesta (el techo duro no estaba disponible durante la presentación), es más difícil introducirse en su interior y salir de él que de un fórmula.
El Speedster es un roadster tipo targa, con la parte superior bien de lona o bien con un techo rígido, algo más corto que un Tigra, con motor central, tracción trasera y que pesa poco, 870 kg (sin conductor). Esto se logra porque está hecho con materiales ligeros, como el aluminio, fibra de vidrio o plástico, y porque carece de elementos de confort.
La estructura del Speedster es similar a la del Lotus Elise, aunque ligeramente ampliada en batalla y vías, con sofisticadas suspensiones de paralelogramo deformable en las cuatro ruedas.
Sólo hay un motor para el Speedster: el Ecotec de cuatro cilindros en línea, 2,2 litros de cilindrada, con el bloque y la culata de aluminio, cuatro válvulas por cilindro, que se monta también en el Astra Coupé. Este motor cumple ya la normativa de emisiones que entrará en vigor en el 2005. Su potencia es 147 CV, por lo que se obtiene una relación peso/potencia muy baja: 5,9 kg/CV. Opel anuncia que es capaz de alcanzar 100 km/h en sólo 5,9 s. La velocidad máxima es similar a la que tiene el Astra Coupe con este motor: 220 km/h el Astra, 217 el Speedster. Su coeficiente de resistencia aerodinámica es alto 0,38 con el techo puesto pero lo compensa con una superficie frontal pequeña (1,6 m2) por tratarse de un coche muy bajo.
En el pequeño habitáculo hay una gran cantidad de aluminio a la vista, porque faltan revestimientos y porque son de este material los pedales o pomo del cambio. Arranca con un botón en lugar de con llave, y la instrumentación está reducida a velocímetro, cuentavueltas y una pequeña pantalla donde indica la cantidad de gasolina que queda y la temperatura del motor. Los mandos son muy sencillos y sólo tiene el equipamiento imprescindible para la conducción. Carece, por tanto, de aire acondicionado, elevalunas eléctrico, cierre centralizado y hasta de airbag frontal para el acompañante, que se ha podido eliminar al dejar el asiento muy retrasado y sin posibilidad de ajuste longitudinal.