El Opel Rocks-e es un vehículo eléctrico de dos plazas concebido para un uso puramente urbano ya que tiene 8,2 CV de potencia y solo alcanza 45 km/h. No es más que un Citroën AMI rebautizado para ser comercializado bajo la marca Opel. Del Citroën AMI, que ya hemos conducido, tenemos un artículo con muchísima información. La llegada al mercado del Rocks-e está prevista para 2022.
Legislativamente, está considerado como un cuatriciclo ligero (o automóvil de tipo L6e), lo que implica que se puede conducir con el carné AM desde los 15 años de edad. Mide 2,41 metros de longitud y 1,39 de anchura, lo mismo que el AMI. La masa del vehículo es de 471 kg, con la batería incluida y sin conductor.
La batería tiene 5,5 kWh de capacidad y la autonomía homologada es de 75 km en el ciclo WMTC (World Motorcycle Test Cycle, es el ciclo de homologación que se emplea para las motocicletas; no es comparable con el WLTP). Según Opel, la batería se puede recargar en tres horas y media en un enchufe doméstico. El cable de recarga mide tres metros de longitud y va enrollado en el marco de la puerta del acompañante. Tiene un terminal Schuko, aunque Opel ofrecerá en opción un adaptador de tipo 2 para los puntos de recarga públicos.
En este coche se han empleado diferentes soluciones para el ahorro de costes; por ejemplo, los paneles delanteros y traseros de la carrocería son iguales, así como las puertas, debido a lo cual una de ellas (la del conductor) se abre de la manera tradicional y la del pasajero se abre al revés (una apertura que se suele denominar «suicida»; imagen).
Del Rocks-e habrá tres niveles de equipamiento: uno básico, Klub y Tekno. En ningún caso puede llevar elementos de equipamiento propios de un coche, como el ABS, airbags, el control de estabilidad, el cierre centralizado, los elevalunas eléctricos o altavoces. Las llantas son siempre de 14 pulgadas, independientemente del nivel de equipamiento. El diámetro de giro es de 7,2 metros, no tan bueno como el de un Renault Twizy, una de sus pocas alternativas.
En el Rocks-e los dos pasajeros viajan uno al lado del otro, a diferencia del Twizy, en el que van uno detrás del otro. No hay un maletero como tal, sino un hueco ubicado en la zona de los pies del pasajero (también hay un gancho pensado para colgar bolsos u otros bultos). En función de lo adelantado o retrasado que lleve el conductor su asiento, queda más o menos espacio por detrás de él para transportar más objetos.
Esta no es la primera vez que Opel utiliza la denominación Rocks para uno de sus vehículos. Hasta hace poco, las versiones con más equipamiento del Adam y el Karl también se denominaban así.