Uno de los primeros modelos de Opel en estrenar el nuevo motor Diesel de 1598 cm³ ha sido el Meriva. Este motor se ofrece para este monovolumen en dos variantes, de 110 y 136 CV. Nosotros hemos probado la segunda.
Opel ha desarrollado el motor 1.6 CDTI para reemplazar al 1.7 CDTI y al 2.0 CDTI (más información técnica). Esos dos motores, en sus diversas variantes, tenían un funcionamiento áspero, algo que era especialmente evidente en su uso en ciudad. También eran ruidosos. El nuevo motor mejora a esos dos, pero no brilla por refinamiento. Como sus antecesores, tiene un funcionamiento áspero, lejos de la suavidad que muestran otros motores Diesel de cilindrada similar como es el caso del motor de 1.6 dCi de 131 CV que puede tener el Renault Scénic.
El Meriva 1.6 CDTI de 136 CV no siempre sale bien desde parado. Es habitual tener que hacer que el embrague patine más de lo normal para que no se cale, algo que se percibe con claridad si hay que subir una rampa de garaje sin poder coger algo de velocidad primero.
Pasado ese momento, la respuesta del motor no tiene, desde mi punto de vista, tachas. Es más progresivo que antes y mueve con soltura al Meriva. Pero la aspereza de funcionamiento no cesa en ningún momento. El ruido, según se gana velocidad, no es un elemento que llame la atención dado que el habitáculo está bien insonorizado.
Las prestaciones que hemos medido a esta versión del Meriva no son sobresalientes. Ha acelerado de 80 a 100 km/h en 8,3 segundos. Un Opel Moka de 131 CV (con el motor antiguo 1.7 y tracción total) tardó 7,9 s, un Renault Mégane 1.6 dCi 131 CV, 7,5 s y un Ford C-MAX 2.0 TDCI 140 CV, 7,5 s. Con las recuperaciones ocurre lo mismo, se sitúa por detrás. Tabla comparativa de prestaciones.
En el recorrido de consumo —trayecto de ida y vuelta por autovía de 143 km, conduciendo con suavidad, en la marcha más larga posible y tratando de conseguir una media (real) de 120 km/h— el Meriva 1.6 CDTi 136 CV ha gastado 6,3 l/100 km. Es mucho menos que lo que gastó el Ford C-MAX 2.0 TDCI 140 CV (7,6 l/100 km), un poco menos que el Moka 131 CV (6,6 l/100 km).
Este Meriva ha frenado muy bien, necesitando menos de 53 metros para detenerse desde 120 km/h. En parte, esto lo consigue gracias a un neumático de calidad y de medidas exageradas para un motor de 136 CV: Continental ContiSportContact3 225/40R18.
Me ha parecido un coche pensado para viajar más que para un uso urbano. En curvas rápidas de autovía transmite una sensación grande de seguridad, permitiendo hacer trazadas limpias en las que no hay que hacer correcciones con el volante. La suspensión es más firme que blanda y controla adecuadamente los movimientos de la carrocería. En ciudad, yo preferiría una suspensión un poco más blanda que aísle mejor de baches y elementos colocados para reducir la velocidad (bandas plásticas y pasos de peatones elevados).
La visibilidad es adecuada en todas las direcciones y el diámetro de giro (11,1 metros entre bordillos) similar al de otros monovolúmenes de tamaño comparable (ficha).