He conducido el Meriva con motor 1.8 de 125 CV y el 1,6 de 101 con cambio «Easytronic». El 1,8 litros se muestra no sólo más potente cerca del régimen de potencia máxima sino también más enérgico a un régimen medio o bajo que el 1,6 de 101 CV. El más potente tiene un ruido más grave y se deja notar más su presencia en todo momento. A alto régimen estas dos versiones son ruidosas.
Para quien no viaje con mucha carga por carreteras donde tenga que adelantar constantemente, y no valore especialmente la reserva de potencia que da el de 125 CV, el de 101 CV es una opción recomendable. Yo lo he conducido con dos personas montadas, por todo tipo de carreteras, y las prestaciones que da me parecen suficientes para viajar con soltura.
El cambio pilotado «Easytronic» (información sobre el «Easytronic») del Meriva me ha parecido más satisfactorio que el que probé en el Corsa Eco. Los cambios de marcha se suceden de una forma más rápida que en aquél, y se aprecian menos los tirones entre cambio y cambio de marcha. En cualquier caso, para cambiar de la forma más suave posible, es recomendable desacelerar en el intervalo del cambio, como se hace con un cambio manual.
En las reducciones, a veces se aprecia que da automáticamente un pequeño acelerón mientras el motor está desembragado, para engranar más rápidamente y de forma más suave la marcha inferior. No es tan descarado este golpe de gas —ni efectivo— como en los mejores cambios de este tipo (por ejemplo el Selespeed de Alfa).
Este cambio funciona mejor en modo secuencial que en modo completamente automático, donde se aprecian cambios de marcha más lentos.
En las curvas (sobre todo en las cerradas) el grueso marco del parabrisas dificulta mucho la visión, lo que me ha parecido sumamente molesto. Los ingenieros encargados del Meriva reconocían este problema. Han dado prioridad al espacio interior, reduciendo el del compartimento del motor y también han adelantado mucho el marco del parabrisas, con lo cual van situados muy cerca del campo de visión del conductor (imagen).
En carretera luce mucho más en trazados con pocas curvas que en curvas, si el ritmo de marcha es rápido. El Meriva mantiene la línea recta muy bien y el tacto de la dirección es bueno. Comparativamente, se le da mucho peor cambiar de dirección al forzarlo algo (no mucho) en curva (probé varias versiones en la misma carretera y las reacciones eran similares). Está mejor amortiguado que el Corsa y es capaz de absorber las irregularidades el asfalto sin transmitir mucho movimiento a sus ocupantes.