Los cambios de mayor importancia que Opel ha efectuado en el interior del Astra 2020 con respecto al modelo de 2016 se reducen a dos: nuevas instrumentaciones y nuevos sistemas multimedia. Hay otros cambios de menor relevancia, como un ligero rediseño de los botones del volante y un nuevo hueco de pequeño tamaño por debajo de los mandos del climatizador (imagen).
Hay dos posibles cuadros de instrumentos. El primero, el menos avanzado, consta de indicadores de aguja y una pantalla central monocroma en la que se ven los datos del ordenador de viaje. No tenemos una imagen de él, pero es prácticamente idéntico a este del Astra 2016, aunque los números del cuentarrevoluciones y del velocímetro están colocados en horizontal y no siguiendo el arco de la circunferencia.
El segundo tipo de cuadro de instrumentos —de serie en el nivel Ultimate y opcional en el resto— consta de una pantalla a color de ocho pulgadas, flanqueada a su izquierda por un indicador de aguja para el cuentarrevoluciones y, a su derecha, por otros dos indicadores de aguja, uno que indica la temperatura del líquido refrigerante y otro el nivel de carburante en el depósito (imagen). La pantalla central tiene cierto grado de personalización y, según como se configure, puede llegar a mostrar muchos datos, alguno de ellos cada vez más raros de ver en los coches modernos, como la temperatura del aceite.
Es una instrumentación que nos gusta, no solo por la gran cantidad de información que pone a la vista del conductor, sino porque toda ella se consulta bien bajo diferentes condiciones de luz y el manejo de los menús es sencillo (se hace con los botones del volante). Lo que no puede hacer es esta instrumentación es mostrar el mapa del navegador, tan solo unas indicaciones esquemáticas con flechas de la ruta que hay que seguir (la del Renault Mégane y la del Volkswagen Golf sí ofrecen esta posibilidad).
Los tres sistemas multimedia disponibles se llaman Multimedia, Multimedia Navi y Multimedia Navi Pro (están ordenados de menos a más avanzado). Los dos primeros tienen una pantalla de siete pulgadas y el último, una de ocho. Todos incluyen de serie conectividad Bluetooth, Apple CarPlay y Android Auto.
El Multimedia Navi Pro, que es el que hemos probado, nos parece que funciona bien. La resolución de la pantalla es buena, el sistema operativo responde rápido a las pulsaciones con el dedo y la ordenación de los menús es clara y sencilla. Su sistema de navegación incluye servicios en línea como el cálculo de rutas en función del tráfico y la actualización de la cartografía. Nos gusta que debajo de la pantalla haya mandos mecánicos para realizar operaciones comunes como cambiar el volumen, pasar de una canción a otra (o de una emisora a otra) y regresar al menú de inicio.
También nos gusta mucho que el climatizador se maneje con unos mandos dedicados específicamente a esta función y que no sea necesario recurrir a la pantalla central, como en un Peugeot 308 o Volkswagen Golf. Estos botones son grandes, de fácil localización y tienen buen tacto.
Un elemento de equipamiento opcional nuevo que Opel ha añadido a la gama Astra 2020 es el cargador inalámbrico para teléfonos móviles. Este se encuentra justo por delante del reposabrazos central delantero y es una ranura en vez de una superficie (el móvil de coloca en vertical, imagen).
Los asientos cambian según el nivel de equipamiento. Como en el Astra 2016, hay unos opcionales llamados «Asientos Ergonómicos Deportivos con Certificación AGR para conductor y acompañante con Tapicería de Cuero». AGR es una sociedad alemana cuya finalidad es promover la investigación en todo lo relacionado con la disminución de los dolores de espalda. Estos asientos tienen más ajustes que el resto (como el de anchura de la banqueta y el respaldo), función de masaje, calefacción y ventilación. Los probamos en el Astra 2016 y nos pareció que merece la pena considerarlos por quien vaya a pasar muchas horas conduciendo. No obstante, los que viene de serie con el nivel de equipamiento Business Elegance (los que llevaba el Astra 2020 que hemos probado) nos parecen ya buenos: tienen un mullido firme, confortable y sujetan adecuadamente el cuerpo en las curvas.
Descontando lo comentado hasta este punto, el habitáculo del Astra 2020 no difiere del del Astra 2016, cuyas impresiones del interior pueden leerse aquí. Por lo tanto, este Opel continua siendo uno de los modelos de su categoría con las plazas posteriores más amplias. En ellas hay mucho espacio para las piernas, más que en un Ford Focus, un Renault Mégane y un Volkswagen Golf (y menos que en un Škoda Scala y un SEAT León). La distancia entre la banqueta y el techo también es buena, 96 centímetros, más que en un Ford Focus, un Peugeot 308 y un Renault Mégane y lo mismo que en un Škoda Scala (tabla comparativa de mediciones interiores).
El volumen del maletero es de 370 litros, por lo que no es pequeño, pero muchas de sus alternativas tienen uno más capaz, como el Ford Focus (375 l), el Peugeot 308 (420 l), el Renault Mégane (384 l), el Škoda Scala (467 l) y el Volkswagen Golf (380 l). Para ganar espacio de carga se pueden abatir los respaldos de los asientos posteriores, que están divididos en dos partes (en proporción 60/40). El portón se acciona siempre manualmente.
En la versión familiar —Astra Sports Tourer—, el maletero tiene un volumen de 540 litros. Es un dato superior al que anuncia Renault para el Mégane Sport Tourer (521 l) e inferior al del resto de alternativas, como el Volkswagen Golf Variant (611 l), el Peugeot 308 SW (610 l), el Ford Focus Sportbreak (605 l) y el Hyundai i30 CW (605 l). Las impresiones del interior que damos para el Astra Sports Tourer 2016 son perfectamente aplicables al modelo 2020, excepto por las novedades en la instrumentación y sistema multimedia ya comentadas.
La sensación de calidad que trasmite el habitáculo del Astra es buena. En la zona superior del salpicadero y de las puertas delanteras hay plásticos de tacto mullido. El resto son duros, pero tienen buen tacto. En general, es un habitáculo de aspecto sencillo, sin lujos ni elementos llamativos, pero práctico por cómo están organizados los mandos y con piezas bien ajustadas (no se oyen crujidos al circular por asfalto en mal estado).