El Antara es un todo terreno espacioso teniendo en cuenta su tamaño. Lo que más lo diferencia del Chevrolet Captiva es que el Opel sólo puede tener cinco plazas, en vez de las siete del otro modelo. Tanto las delanteras como las de la segunda fila tienen espacio suficiente para que un adulto de algo más de 1,90 m pueda ir sin agobios.
Las dos unidades del Antara en las que me he subido tenían los asientos tapizados de cuero con regulaciones eléctricas para el conductor. Con esa configuración, el asiento del conductor queda alto respecto al volante incluso en su posición más baja. Habrá gente a la que esto le gustará; otros, entre los que me incluyo, preferirían poder ir algo más abajo. Curiosamente, el asiento del pasajero, que no tiene regulación eléctrica, queda aún más alto. En cualquier caso, me han parecido cómodos y dan una sujeción normal en un todo terreno.
El volante es regulable en altura y profundidad. El tacto de la piel que lo recubre es agradable aunque a algún compañero le ha parecido que su diámetro era algo grande. Tiene mandos para manejar algunas funciones del equipo de sonido.
El asiento trasero no se puede desplazar longitudinalmente, como sí sucede en el Honda CR-V o el Toyota RAV4. El respaldo, dividido en dos partes, se puede abatir formando una superficie plana a continuación de la del maletero. El respaldo del asiento del pasajero delantero también es abatible (imagen)
En general, la calidad del Antara es muy satisfactoria. A simple vista, los ajustes entre piezas son buenos y no hemos encontrado ningún fallo reseñable. En una de las unidades que conduje, circulando por una pista en mal estado, sí que se oían algunos ruidos provenientes de alguna pieza del salpicadero y de los asientos traseros.
Hay varios huecos para depositar objetos: un apoyabrazos entre los asientos con un compartimento en su interior, bolsas en las puertas, redes en los respaldos de los asientos delanteros y un portagafas en el techo.
El maletero tiene una capacidad de 370 l, 10 l menos que el de un Astra. Esto es así porque su piso está muy alto ya que debajo de él está guardada la rueda de repuesto. Que la rueda vaya colocada tan arriba se debe a que Opel ofrece la posibilidad de equipar el Antara con un sistema escamoteable para transportar dos bicicletas y que, cuando no se usa, ocupa el espacio que hay bajo la rueda de repuesto. Este dispositivo, llamado «FlexFix», incorpora una placa de matrícula y dos pilotos (imagen).
En las paredes laterales hay dos luces, dos receptáculos y unas guías para acoplar unos accesorios que permiten configurar el espacio disponible en el maletero. Para ocultar el equipaje hay una cortina enrollable.
El portón se abre hacia arriba. La luneta no es de las que se puede abrir independientemente como sí lo hace la del Captiva (imagen).