El Montero 3p 3.2 Di-D me ha parecido un buena opción entre los vehículos todo terreno porque resulta cómodo en carretera y ágil en el campo. Hay otros todo terreno que también son cómodos, pero no hay muchos que sean tan eficaces como el Montero corto a la hora de atravesar terrenos agrestes por el campo.
Destaca por las prestaciones de su motor, buenas aptitudes en el campo, fácil manejo de la caja selectora del tipo de tracción, elevado confort de marcha y buena estabilidad en general. Me ha parecido mejorable la visibilidad hacia atrás, la sonoridad del motor, su tendencia a subvirar, la lentitud de la dirección, el excesivo cabeceo de la carrocería al frenar, la habitabilidad trasera y los asientos, que tienen el mullido muy blando y obligan a ajustarlos cada vez que se pliegan para dejar paso hacia las plazas traseras.
Tiene soluciones técnicas que le permiten destacar frente a otros modelos similares. La nueva carrocería autoportante incrementa su nivel de seguridad, las suspensiones independientes en las cuatro ruedas aportan una capacidad de absorción superior y su eficaz sistema de tracción, denominado Super Select 4WD-II, permite afrontar con éxito zonas de difícil tránsito por donde otros todo terreno no pasan.
El Montero es progresivo de reacciones y fácil de conducir. Va bien en carreteras rápidas, pero en carreteras con curvas pierde agilidad y se muestra muy subvirador. Es fácil que las ruedas traseras se bloqueen en una frenada fuerte, lo que hace muy aconsejable pedir el ABS si es opcional (lo es en el modelo GLX y de serie en el resto de las versiones) para evitar posibles sustos.
Su motor destaca por su buena respuesta a partir de 1.600 rpm, aunque es algo ruidoso. En carretera da buenas prestaciones y en campo resulta agradable de utilizar. Sus dos toneladas de peso y una aerodinámica menos favorable que en un turismo no permiten obtener unos consumos bajos en términos absolutos, aunque sí en términos relativos. El consumo medio homologado es de 9,3 litros/100 km, ligeramente más bajo que el de otros todo terreno de similares características, como el Isuzu Trooper, Nissan Patrol GR o Toyota Land Cruiser. El consumo medio a lo largo de nuestra prueba ha sido de 10,6 litros, aunque hemos medido cifras de hasta 14,6 litros/100 km en conducción rápida y todo terreno. Su autonomía es menor que la de sus rivales al tener un depósito de menor capacidad (71 litros). En condiciones normales se puede recorrer en torno a 600 km sin repostar.
Tiene un interior aparente y el ajuste de sus elementos es bueno pero algunos plásticos de la consola central son mejorables en la versión GLX (de tacto más que de aspecto). El equipamiento de las tres versiones disponibles (GLX, GLS y GLS Kaiteki) es bueno respecto a otros 4x4 similares, aunque también encontramos otros todo terreno tan bien equipados como la versión GLS Kaiteki y a un precio inferior (Nissan Patrol GR Elegance 3p).