El MINI John Cooper Works GP Concept está «inspirado en los triunfos de MINI en el Rally de Montecarlo hace 50 años». Es, según MINI, un prototipo cuya versión de producción equivaldría a la evolución de los John Cooper Works GP de 2012 y Cooper S con Kit GP de 2006, ambos con una producción limitada a 2000 unidades. Es decir, es previsible que derive en un coche de aspecto muy cercano que sí se comercialice.
Aunque no hay detalles sobre sus dimensiones ni sobre el motor, MINI dice que es «notablemente más ancho que un MINI actual». Los cambios en su carrocería afectan a los paragolpes delantero y trasero, con faldones más prominentes, tiene un alerón de dimensiones generosas y entradas de aire laterales al estilo de las que tienen los coches de competición.
Algunos elementos de la carrocería están fabricados con fibra de carbono y la chapa está pintada con colores negro (Black Jack Anthracite) y gris mate con piezas de color rojo mate (Curbside Red) y naranja (Highspeed Orange). Unos adhesivos con el número 59 recuerdan el año en que fue lanzado el MINI. Las llantas son de aleación ligera, de 19 pulgadas de diámetro. En el paragolpes trasero hay dos luces de lluvia, como en los coches de carreras.
En el habitáculo no hay apenas guarnecidos y solo unos paneles impresos en 3D recubren el interior de las puertas, que se abren con unos tiradores hechos con correas de tela.
Hay poco equipamiento de confort y mucho equipamiento de seguridad destinado al uso en circuito, como una jaula antivuelco, asientos de tipo baquet tapizados en cuero con cinturones de cinco puntos de anclaje (arneses; imagen) o un sistema de extinción de incendios. El cambio de marchas es automático secuencial y se maneja a través de las levas del volante y la instrumentación se muestra a través de una pantalla y de un head-up display que se proyecta en el parabrisas. Otras funciones, como el ajuste de la suspensión, se hacen a través de la pantalla táctil de la consola central, o mediante unos pocos botones como el de arranque y parada.