El Mazda CX-3 es un SUV que satisfará más a quienes quieran un coche con un tacto de conducción directo y preciso, que a aquellos que deseen un habitáculo y un maletero espaciosos. Mide 4,28 metros de longitud y algunas de sus alternativas son el Fiat 500X, el Ford Puma, el Nissan Juke y el Škoda Kamiq.
Está disponible únicamente con un motor de gasolina de 121 CV, con cambio manual o automático y siempre con tracción delantera (antes de marzo de 2020 había más versiones; ver sección Cambios en la información). Este motor —cuya denominación comercial es 2.0 SKYACTIV-G 89 kW— funciona con suavidad y haciendo poco ruido. Es atmosférico y para que dé una buena aceleración hay que subirlo de vueltas. Más información en las impresiones de conducción.
El precio de venta del CX-3 parte de 19 861 euros con el nivel de equipamiento Origin (el básico) y llega hasta los 24 111 euros si se pide el nivel Zenith y el cambio automático (precios de toda la gama). Son unas cifras que le sitúan en un punto medio en relación a sus alternativas (listado, ordenado por precio, de vehículos con carrocería de tipo todoterreno de entre 110 y 130 CV y entre 4,15 y 4,35 metros de longitud).
Desde julio de 2020, aquellos CX-3 con cambio manual llevan un sistema de desconexión de cilindros, de tal manera que en determinadas circunstancias (principalmente en aquellas en las que se solicita poca aceleración), el motor de gasolina funciona con la mitad de sus cilindros, es decir, con dos. El objetivo de este sistema es reducir el consumo de gasolina y las emisiones de gases contaminantes.
El Mazda CX-3 no sobresale por espacio para los pasajeros. Las principales mediciones que hemos tomado en la fila trasera —espacio longitudinal para las piernas, anchura entre puertas y altura libre al techo— están en un término medio-bajo en relación a sus alternativas (tabla comparativa de mediciones del interior). El volumen del maletero es de 350 litros, un valor que, de nuevo, es medio entre sus rivales. La calidad de acabados es buena. Más información del habitáculo y del maletero en el apartado impresiones del interior.
Mazda inició la comercialización del CX-3 a mediados de 2015 (artículo del Mazda CX-3 2015) y le actualizó a nivel de diseño, motores y equipamiento en 2018. En julio 2020 Mazda reduce la gama de motores al de gasolina de 121 CV que hemos comentado y enriquece el equipamiento. En esa fecha, por ejemplo, Apple CarPlay y Android Auto pasan a ser de serie en todos los niveles de equipamiento (antes solo lo era en Zenith).
En octubre de 2020 hay una nueva actualización del equipamiento. Mazda dice que los asientos son más ergonómicos, que el sistema multimedia soporta la conexión inalámbrica con Apple CarPlay (imagen) y que hay una nueva cámara de visión cenital (imagen). También hay un nuevo color de carrocería —Polymetal Gray, imagen— y una edición especial «100 Aniversario» (imagen).
Todos los CX-3 producidos a desde mediados de 2017 llevan el sistema G-Vectoring. Es un sistema cuyo objetivo es incrementar la precisión de guiado y suavizar los cambios de aceleración longitudinal y transversal en curva. En el CX-3 2018 Mazda lo ha revisado para mejorar su rendimiento. Sobre el sistema G-Vectoring hay más información en este artículo.
Los niveles de equipamiento son tres: Origin, Evolution y Zenith. En Origin (el nivel base) son de serie elementos como el programador de velocidad, el asistente de arranque en pendientes, el sistema de frenado automático de emergencia en ciudad, el climatizador automático y el sistema G-Vectoring Control. Con Evolution son de serie, además, los sensores de ayuda al aparcamiento traseros, la alerta por cambio involuntario de carril, el encendido automático de luces y limpiaparabrisas y el sistema de plegado eléctrico de los retrovisores exteriores.
Además de todo lo dicho en el párrafo anterior, en el nivel Zenith son de serie, entre otros, los faros de ledes, la cámara de visión trasera, el sistema de proyección de información en el parabrisas, la tapicería de piel y los sensores delanteros de ayuda al aparcamiento. En esta ficha comparativa se puede ver qué elementos lleva cada nivel de equipamiento.
Los sistemas de ayuda a la conducción también han sido mejorados con el tiempo. Por ejemplo, desde mediados de 2020 el sistema de encendido automático de faros es más sensible, el sistema de frenado automático de emergencia es capaz de reconocer peatones en la noche y el programador de velocidad activo funciona entre 0 y 200 km/h (antes entre 30 y 200 km/h).
Asegurar a todo riesgo y sin franquicia un Mazda CX-3 2.0 SKYACTIV-G 121 CV cuesta 471 euros al año. Este es el precio que ofrece Qualitas Auto tras introducir en el comprador de seguros de km77 los siguientes datos: hombre de 34 años, casado y sin hijos, con residencia en Madrid, una plaza de aparcamiento en un garaje comunitario y que recorre un máximo de 15 000 km al año.