El CR-V es un modelo con carrocería de todoterreno pero diseñado para ser usado por asfalto. El que se está entregando desde abril de 2015 tiene algunas diferencias respecto al que se vendía desde finales de 2012. No se trata de un modelo nuevo con cambios profundos, sino de una renovación de la cuarta generación del CR-V (prueba del Honda CR-V 2013).
Las novedades más importantes son la incorporación a la gama de un motor Diesel 1.6 i-DTEC de 160 CV —imagen— y una caja de cambios automática de nueve relaciones (imagen del selector). También hay cambios ligeros en el diseño, la suspensión y el equipamiento.
En el habitáculo no hay cambios que afecten a su amplitud ni funcionalidad, por lo que las Impresiones del interior del modelo 2013 son completamente válidas para el de 2015. Honda ha cambiado el mecanismo de apertura y cierre del portón (en las versiones que lo tienen). Ahora, la apertura automática también se activa al abrir el porton desde su tirador, además de hacerlo, como antes, desde el mando a distancia y el botón del salpicadero.
Creemos que la principal cualidad del CR-V es la amplitud, tanto del habitáculo como del maletero (tabla comparativa de mediciones). No ofrece la versatilidad de un monovolumen porque, por ejemplo, los asientos traseros no se pueden desplazar longitudinalmente ni hay una versión de siete plazas.
Con la llegada del motor Diesel de 160 CV, son tres los disponibles para el CR-V 2015: dos Diesel (120 y 160 caballos) y uno de gasolina (155 caballos). Los de 120 y 155 solo están disponibles con cambio manual y tracción delantera, mientras que el de 160 CV sólo con tracción total y dos tipos de cambio, manual o automático (listado de precios con todas las versiones).
El motor de 160 CV destaca por su suavidad de funcionamiento y bajo consumo; las prestaciones son normales (tabla comparativa). El CR-V de 120 CV es, lógicamente, más lento pero recomendamos probarlo porque nos ha parecido más que correcto para mover el coche a ritmos normales y consume poco gasóleo.
El nuevo cambio automático de nuevo relaciones es un desarrollo de ZF —también está disponible en el Jeep Cherokee y en el Land Rover Range Rover Evoque—, aunque la puesta a punto de la gestión electrónica es propia de Honda. El principal problema de este cambio es, posiblemente, su precio: 2200 euros. Además sólo es posible combinarlo con el motor de 160 CV; con el de 120 CV no está previsto dado que es un cambio desarrollado para sistemas de tracción total y la demanda del motor de 120 CV con tracción total, según Honda, es muy baja. En las impresiones de conducción hablamos con más detalle de este cambio.
El chasis ha recibido modificaciones para mejorar el confort y reducir el subviraje: los casquillos de la suspensión y la geometría de los brazos de amortiguación cambian; los amortiguadores delanteros son nuevos, las vías delantera y trasera son 15 mm más anchas y el ángulo de caída es medio grado mayor en ambos ejes. A pesar de estos cambios, la calidad de rodadura del CR-V está por debajo de la de modelos como el Audi Q5, el Hyundai Santa Fe o el Mazda CX-5. Sí es preferible, por ejemplo, a un Renault Kadjar, en el que se nota más el estado del asfalto cuando este está deteriorado.
La dirección tiene una relación de desmultiplicación un 8% menor, por lo que ahora hay que mover menos el volante para conseguir un mismo giro de las ruedas (ha pasado de 3,2 vueltas de volante entre topes a 2,9). Honda dice haber mejorado el aislamiento acústico instalando nuevas juntas de goma en las puertas con el doble de grosor, una nueva moqueta y nuevos materiales de absorción en la consola, las puertas y los pilares, además de mejorar el sellado a la penetración de aire en la parte frontal del capó. Creemos que la diferencia no es notable.
El CR-V 2015 se distingue exteriormente por los nuevos paragolpes, parrilla y portón. Cambian, internamente, el diseño de los faros y los pilotos. Las llantas son nuevas y pueden ser de 17 o 18 pulgadas. La gama de pinturas se amplía con cuatro nuevos colores, tres de ellos de efecto perlado y uno sólido. Galería de imágenes exteriores. En el habitáculo, cambia la forma de la moldura decorativa del salpicadero y algunos plásticos. Hay tres combinaciones de tapicería disponibles: tela negra, cuero negro y Alcantara y cuero perforado negro o marfil. El apoyabrazos que hay entre los asientos delanteros ahora es regulable longitudinalmente 60 mm. Galería de imágenes interiores.
El sistema multimedia es nuevo, se llama «Honda Connect», es de serie en toda la gama (excepto con el nivel de equipamiento Confort) y se maneja a través de una pantalla táctil de 7 pulgadas (imagen). Este sistema (bajo sistema operativo Android 4.0.4 y con un procesador Nvidia Tegra 3) integra funciones como «MirrorLink» (una función que replica en la pantalla el menú de un teléfono móvil compatible; nosotros hemos probado con un teléfono con MirrorLink y no hemos conseguido hacerlo funcionar), la conexión Bluetooth para teléfonos móviles, el acceso a internet, la descarga de aplicaciones (viene preinstalada la aplicación Aha), el sistema de navegación y la cámara de visión trasera. El sistema de navegación es de Garmin y las actualizaciones son gratuitas durante 5 años. Cuesta 600 €, excepto en el nivel Executive, que es de serie. Su funcionamiento me ha parecido simplemente correcto; en alguna ocasión se ha quedado «colgado» y la distribución de los menús no me parece la mejor posible (hay coches en los que es mucho más sencillo encontrar todo).
El equipamiento de seguridad es abundante por la cantidad de dispositivos de ayuda a la conducción que Honda ofrece, pero su número está condicionado al nivel de equipamiento. Todas las versiones tienen el sistema de frenado automático en ciudad que interviene automáticamente para tratar de evitar un golpe por alcance (funciona a menos de 32 km/h).
Opcionalmente en las versiones Lifestyle y de serie en las Executive, hay un paquete de seguridad compuesto por los siguientes sistemas: advertencia por cambio involuntario de carril, aviso de colisión, detección de vehículos en el ángulo muerto de los retrovisores, alerta de tráfico trasero al salir marcha atrás, lectura de las señales de tráfico (límite de velocidad y prohibición adelantamiento) y conexión automática de luces largas.
Para los CR-V Executive hay un paquete llamado Sensing, que mejora el sistema de advertencia por cambio involuntario de carril (añadiendo la corrección automática de la dirección para evitar salirse de él) y el de aviso por colisión frontal (actuando sobre los frenos) y además trae el programador de velocidad activo i-ACC. El i-ACC tiene la particularidad de, además de acelerar y frenar automáticamente para mantener la velocidad y adaptarse a la del vehículo precedente, anticiparse a la posible maniobra de adelantamiento de un vehículo que circule más adelante por el carril derecho. Con los datos provenientes del radar (tras el emblema de Honda de la parrilla) y la cámara (en la parte superior del parabrisas) «es capaz de predecir y reaccionar automáticamente ante la incorporación de otros vehículos delante del nuestro sin respetar la distancia de seguridad hasta cinco segundos antes de que esto ocurra».
El CR-V 2015 está en venta desde 25 200 euros, un precio similar al de un Toyota RAV4 e inferior al de un Volvo XC60 o un Jeep Cherokee (listado ordenado por precio de todoterrenos que miden entre 4,55 y 4,75 m con motor Diesel de 100 a 140 CV). La versión Diesel de 160 CV con tracción total y cambio automático se puede adquirir desde 34 700 €. Es más de lo que hay que pagar por un Mitsubishi Outlander equivalente, lo mismo que por un Mazda CX-5 y menos que por un Land Rover Discovery Sport, un Audi Q5 y un Jeep Cherokee (listado ordenado por precio).
El CR-V puede tener un equipo de sonido de mayor rendimiento que el de serie, soporte para tabletas en los reposacabezas traseros, un kit de organización para el maletero o diversos paquetes de personalización que afectan a la estética.
Asegurar a todo riesgo sin franquicia un Honda CR-V 1.6 i-DTEC 120 CV, tiene un coste anual mínimo de 516 euros al año para un hombre casado de 40 años, residente en Madrid, con una plaza de aparcamiento en un garaje colectivo y que recorra hasta 25 000 kilómetros al año. Este precio lo ofrece la compañía Balumba —calidad 4,4 puntos sobre 10—. Qualitas Auto ofrece una póliza de mayor calidad —6,4 puntos— por 605 euros, lo que en definitiva resulta en la póliza con mejor relación entre calidad y precio de todas las comparadas —7,2 puntos sobre 10—. En nuestro comparador de seguros se pueden obtener presupuestos personalizados.