Como es normal, el Mondeo tiene una estructura más resistente y menos flexible en torsión y en flexión que el anterior, pero de momento Ford no indica cuánto. Para conseguirlo Ford recurre en mayor medida que antes a acero de alta resistencia. Curiosamente, la rigidez torsional no es particularmente alta (16.800 Nm/grado el cuatro puertas), y la del cinco puertas es un 24 por ciento inferior a la del cuatro puertas.
Las suspensiones son muy semejantes en estructura a las del anterior Mondeo, pero sin piezas comunes y con diferencias pequeñas cuantitativamente pero importantes cualitativamente. Delante tienen un sistemaMcPherson con un triángulo, que está unido al bastidor mediante casquillos hidráulicos (normalmente sólo de goma). Atrás sólo al familiar le han puesto el paralelogramo deformable que tan buen resultado da en el Focus, y que estrenó el anterior Mondeo familiar.
La estabilidad de este Mondeo es muy buena. Es un coche fácil de conducir a pesar de las ruedas de perfil muy bajo (205/55 16"), al menos en seco. Es también ágil; no se nota al volante, ni mucho menos, que el coche sea tan grande. Tiene un límite de adherencia alto, a pesar de que las ruedas que llevábamos eran las Michelin Primacy, que no se distinguen por su agarre (la máxima aceleración transversal va de 0,86 a 0,88 g, según el neumático; un valor alto para una berlina así).
Al preguntar por qué ruedas de 16", la única respuesta convincente ha sido «diseño». Una rueda así tiene ventajas en la conducción (mejor respuesta al volante) y también desventajas; queda por ver qué efecto tiene un perfil tan bajo en condiciones adversas (lluvia). Lo que es seguro es que cambiar estos neumáticos será más caro que si tuvieran 15 pulgadas.
Ahora el Mondeo tiene unos discos delanteros de gran tamaño (300 mm) y discos traseros también grandes (280 mm) para todas las versiones y todos los mercados . El antibloqueo de frenos Bosch es equipo de serie, integrado con el repartidor electrónico de frenada. No hay más ayudas electrónicas a la conducción de serie, ya que el control de estabilidad será opcional en todos salvo el Ghia. He probado el control de estabilidad en uno de los dos coches que he conducido (el gasolina de 145 CV), y me ha servido para estar aún más convencido de que es altamente recomendable para todo el mundo.
Lo que sigue sin funcionar del todo bien es el servofreno de emergencia, que Ford llama EBA (por frenada de emergencia asistida). El sistema es incapaz de distinguir con precisión la intención de frenar fuerte de la de frenar rápido, que no siempre es lo mismo. Cuando no lo es, el servofreno de emergencia amplifica súbita e incontrolablemente la asistencia, lo que provoca un fuerte frenazo, que puede ser muy desagradable. Probablemente este sistema sea muy util para algunos conductores en algunas condiciones pero, a diferencia de lo que ocurre con el control de estabilidad, no es bueno para cualquier conductor en cualquier circunstancia.
De cara a la maniobrabilidad, Ford no ha compensado el aumento de distancia entre ejes con unas ruedas que se tuerzan más. En consecuencia, el diámetro de giro es ahora mayor que antes y uno de los posibles inconvenientes de este coche.