El motor (fabricado en Valencia) de cuatro cilindros en línea (colocado en posición transversal al sentido de la marcha) es una variante modificada del 2.3 EcoBoost que tiene el Ford Mustang. Los principales cambios están en la culata, que es más resistente y aguanta temperaturas más elevadas. Tiene camisas de hierro fundido de alta resistencia, cambios en la cabeza de los cilindros y el turbocompresor es distinto (es de baja inercia y de doble entrada o «Twin Scroll», imagen). También hay algunos cambios en el sistema de admisión (como en el intercooler) y en el de escape.
Da 350 CV a 6000 rpm; 100 rpm antes, momento en el que un testigo en el cuadro de instrumentos se ilumina y, si se alcanza el régimen de giro máximo (6800 rpm), parpadea. Una función «overboost» permite un aumento del par máximo (de 440 a 470 Nm) durante 15 segundos. La caja de cambios es manual de seis velocidades, sin opción a una automática.
Este es el primer Focus RS con tracción total, que es distinta a la que lleva un Ford Kuga.
El sistema puede transmitir hasta un 70 por ciento del par a las ruedas traseras. De esa fuerza que llega al eje trasero, los dos embragues multidisco (uno en cada salida del diferencial) pueden transmitir del 0 al 100 por ciento a una u otra rueda (en función de si el embrague correspondiente está abierto, cerrado o acoplado en un nivel intermedio). Esto permite que el sistema de tracción total intervenga sobre la trayectoria (haciendo que la rueda trasera exterior haga más par que la interior se mejora el paso por curva), en colaboración con el control de tracción (que hace algo similar pero sobre las ruedas delanteras, frenando la interior para que a la exterior le llegue más par). En línea recta y con buena adherencia, sólo el eje delantero recibe la fuerza del motor (el eje de transmisión se mueve, pero no llega fuerza a las ruedas traseras porque los dos embragues que hay junto al diferencial trasero están abiertos).
La estructura de la carrocería y la suspensión presentan importantes diferencias respecto a un Ford Focus normal. La delantera (imagen) mantiene el mismo esquema que el resto de modelos de la gama Focus —independiente tipo McPherson—, aunque presenta cambios en los casquillos. La suspensión posterior tiene cambios importantes necesarios para albergar el sistema de tracción total: algunas piezas han tenido que ser reubicadas, como es el caso de la barra estabilizadora, que ahora va justo por detrás del subchasis (imagen).
Ford también ha añadido puntos extra de unión entre el subchasis trasero y la carrocería (como por ejemplo, las piezas que sobresalen por detrás de la suspensión trasera, imagen). La carrocería es más rígida que la de cualquier otro Ford Focus. Para conseguirlo, Ford ha soldado una plancha adicional de chapa a la altura de los pies de los ocupantes de las plazas delanteras y ha añadido brazos transversales de refuerzo en la zona del maletero.
Los muelles, las barras estabilizadoras, los amortiguadores y los casquillos son más firmes que en la versión ST. El sistema de frenos está fabricado por Brembo y las pinzas pueden ir pintadas en azul opcionalmente. Las pinzas delanteras son monobloque de cuatro pistones. Los discos delanteros están ventilados y los traseros son macizos.
La dirección tiene cambios respecto a la de un Focus ST. Tiene un tacto más firme y, según Ford, mejor retorno de información. Aunque tiene solo dos vueltas entre topes no es muy rápida porque las ruedas no pueden girar mucho. De hecho, la circunferencia mínima que necesita para girar son 11,8 metros, que es más de lo que necesitan sus principales rivales.
El coeficiente aerodinámico no es particularmente bueno (0,36) pero tampoco desentona mucho en un coche con entradas de aire tan grandes (las hay para el motor y para los frenos) y una serie de alerones (donde sobresale el que hay al final del techo) que consiguen que el coeficiente de elevación sea nulo. El difusor trasero tiene la función de reducir la resistencia aerodinámica al avance.
Existe la posibilidad de elegir entre dos tipos de llantas y neumáticos. La configuración de serie consta de llantas de aleación de aluminio con neumáticos 235/35 R19 Michelin Pilot Super Sport. Opcionalmente puede llevar llantas de aluminio forjado (cada una es 950 gramos más ligera que la de serie) y neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2, que están pensados para un uso en carretera y circuito.