El motor TDCi es bueno en casi cualquier aspecto, aunque no sobresaliente en ninguno de ellos. Da la aceleración que cabe esperar de su potencia, no más. En nuestra medición de adelantamiento hemos obtenido unos resultados ligeramente peores a los del León TDI 110 y ligeramente mejores a los del Xsara HDi 110.
No es un motor tan elástico como otros de su potencia o como el mismo TDdi de 90 CV. Si se acelera a fondo, no se nota un fuerte empujón hasta unas 1.800 rpm, a partir de 2.000 ese empujón que da el coche es más ostensible. El motor puede llegar en marchas cortas hasta 4.500 rpm, pero sólo merece la pena hacerlo cuando hay que extraer la máxima aceleración que puede dar el motor.
En recuperación es mejor que en aceleración. Para quien valore la capacidad de acelerar en marchas largas desde bajo régimen, sí puede ser más recomendable que el León, el Xsara y otros Diesel menos potentes, como el Astra o el Mégane.
La velocidad máxima que da el coche coincide con lo que cabría esperar de su potencia máxima (que son 116 CV, no 115). Es decir, no creo que ninguno de los dos Focus TDCi que hemos probado dé claramente más de 116 CV. En carreteras rápidas la quinta vale para casi todo en un rango muy amplio de velocidad.
En carreteras lentas, incluso si se pretende conducir rápido, la tercera basta para salir bien de cualquier curva, salvo «horquillas» y las que estén en fuerte rampa.
El consumo que nos ha dado es el normal para un Diesel moderno de estas características. En un viaje rápido, por carreteras medias y autovía, con carga, calor y el aire acondicionado conectado, ha gastado 9,6 l/100 km. Gastar mucho más de eso sería difícil, en un trayecto largo. En condiciones de uso más suaves, el consumo está en torno a 7 l/100 km.
No es un motor ruidoso ni vibra mucho. No llega al grado de suavidad que tiene el HDI de Peugeot y Citroën, pero si es preferible en ese sentido al TDI de Volkswagen y al dCi de Renault; está más o más o menos al mismo nivel del JTD de Fiat. Donde más se le nota el ruido no es tanto al acelerar fuerte, como ocurre con otros Diesel, si no al mantener un ritmo de viaje rápido, con el motor continuamente en torno a 4.000 rpm.