El Focus TDCi es un coche recomendable para dos tipos de conductores opuestos: por un lado, quienes esperan de un coche que vaya por donde tiene que ir, sin crear problemas. Para los conductores que no disfrutan de conducir, sino que usan el coche para trasladarse, el Focus es muy conveniente porque reacciona bien en circunstancias adversas y porque tiene un tacto de dirección que lo hace fácil de llevar. Hemos conducido la versión con el llamado «Kit RS», que entre otras cosas incluye ruedas 205/50 16. Con las ruedas que tiene de serie (195/60 15) reaccionaría aún mejor en condiciones desfavorables, como bruscos cambios e carril o sobre suelo mojado.
A diferencia de las versiones de gasolina, no tiene control de estabilidad ni como opción; es un defecto importante, dado que cada vez hay más coches de esta clase que lo pueden tener.
Para los conductores a quienes les gusta sentir la aceleración en curva también puede ser muy satisfactorio. Es un coche más bien subvirador, pero menos que otros Diesel de este tipo. El intervalo entre mover el volante y notar que el coche está en pleno giro es muy corto; por ello, resulta muy sencillo trazar las curvas. También lo es notar cómo se desenvuelve dentro de la curva, porque no tiene reacciones violentas; es de esos coches que se conducen fácilmente con el acelerador, más que con el volante.
La suspensión está muy equilibrada. Solo llega a parecer blanda cuando se circula muy deprisa y hay irregularidades amplias que sacuden mucho al coche. Los pequeños baches los absorbe muy bien y no se inclina mucho. Si ahora mismo hay un Diesel de este tamaño al que se le pueda dar el calificativo «deportivo», es este Focus.
Hemos probado dos unidades, cada una con unos neumáticos: Good Year Eagle NTC5 y Continental Sport Contact. Los primeros parecían tener un flanco muy flexible porque, incluso hinchándolo muy por encima de la presión recomendada, en condiciones de agarre extremas se doblaban y pisaban más con el flanco que con la banda de rodadura. Cuando eso llegaba a ocurrir, el agarre de los neumáticos se reducía mucho y el coche subviraba.
Sobre suelo seco, nos han parecido mucho mejores los Continental, por el agarre que dan y por la resistencia del flanco. No obstante, incluso con los Continental hemos notado que el neumático se llega a doblar. Nos quedamos con la curiosidad de saber si con un neumático más estrecho o una llanta más ancha el coche iría mejor; la llanta recomendada para esta rueda es de 6,5 ó 7 pulgadas de anchura, y la que llevaba el coche era de 6.