La base del coche es la misma que la del Evasion, no cambia la batalla y el diseño de las suspensiones es el mismo. Delante tiene McPherson y detrás un eje que es básicamente como uno rígido con tirantes y barra Panhard, pero que está desplazado del mismo eje de las ruedas y por eso soporta una cierta torsión; de hecho, ninguna versión salvo el V6 tiene estabilizadora trasera.
Llama la atención de este bastidor que tiene una flexibilidad mucho mayor de lo normal en coches de batalla tan larga; la rigidez torsional es muy baja (sólo 9.800 Nm/grado). Quizá no sea posible hacer una carrocería tan grande, hueca, con vanos tan amplios y que, además, tenga mucha resistencia a la torsión, sin pasar de un cierto peso y coste de producción.
Los muelles son más duros que los del 806 (el C8 pesa más) y los amortiguadores tienen respuesta variable en función de la carga. Los frenos delanteros son de 285 x 28 delante en todas las versiones salvo el V6, que lleva unos discos Bembo de 310 con pinzas de cuatro pistones. Los traseros son discos macizos (272 x 12 mm).
A diferencia del Ulysse, el C8 tendrá control de estabilidad de serie en toda la gama. El ESP incluye servofreno de emergencia, repartidor electrónico de frenada y control de tracción.
Hay un cambio manual de cinco velocidades como equipo de serie y, opcionalmente (salvo en el V6, que es de serie), uno automático de cuatro relaciones y mando secuencial. El C8 es tracción delantera.