Del C3 Picasso he conducido las versiones Diesel HDi de 90 CV —ya no está disponible porque fue reemplazada por la HDi de 92 CV a mediados de 2011— y la de gasolina VTi de 120 CV. También he probado el Diesel HDi 109 CV —sustituido por un HDI de 112 CV—, únicamente por autopista, por lo que me resulta difícil compararlo con las otras dos que las conduje por carreteras de montaña.
En general, el C3 Picasso es un coche cómodo porque su suspensión absorbe bien cualquier tipo de irregularidad. En las aceleraciones o las frenadas cabecea ligeramente y en los cambios de apoyo bruscos se balancea algo debido a su altura pero no es, en absoluto, un coche torpe. Sí se nota que es un coche de batalla corta en las curvas largas porque hay que corregir más veces con el volante la trayectoria.
Entre el Diesel de 90 CV y el de gasolina de 120 CV he notado una diferencia importante en cómo filtran algunos baches, principalmente los que mueven verticalmente la rueda con mucha rapidez, por ejemplo, las piezas de plástico que ponen en algunas zonas para reducir la velocidad. Pregunté a un responsable de Citroën si las versiones más potentes tenían diferentes muelles o amortiguadores y me dijo que las diferencia no era entre las versiones más y menos potentes sino entre las de motor de gasolina y las Diesel pero que, en todo caso, eran pequeñas. No pude subirme a continuación en ninguna de las otras dos versiones para corroborarlo.
Sí es cierto que las versiones que probé llevaban distinta medida de neumático y llanta: 195/55 R16 (Michelin Energy Saver) el de 90 CV y 205/45 R17 (Michelin Pilot Exalto 2) el de 120 CV.
Por las carreteras por donde los conduje no note una diferencia grande de adherencia —era buena en todo caso—. No he tenido la oportunidad de probar el C3 Picasso con la llanta de 15” (neumáticos 195/60 R15 Michelin Energy Saver) pero es posible que sean los más recomendables si se va utilizar el coche por ciudad porque será más cómodo.
Algo que ocurre casi de idéntica forma, independientemente de la medida de la rueda, es que en los apoyos fuertes la rueda delantera interior pierde tracción con facilidad.
El motor Diesel de 90 CV es suficiente para una conducción tranquila y un único ocupante. Creo que si se va a utilizar el coche para viajar con cuatro ocupantes y el maletero cargado, puede resultar algo justo para mover el coche con agilidad, sobre todo si hay que hacer adelantamientos. De este motor, lo que más me gusta es la ausencia de vibraciones y ruidos cuando se acelera desde bajas revoluciones; de hecho, desde poco antes de 1400 rpm comienza a empujar con fuerza, lo que lo hace muy agradable en ciudad. Lo peor es que no es un motor particularmente silencioso ni suave.
La versión de gasolina VTi de 120 CV da, lógicamente, unas prestaciones mayores. Como es un motor atmosférico, no tiene la respuesta a medio régimen del turbodiésel de 90 CV por lo que, en una conducción normal, puede parecer que no hay tanta diferencia de fuerza entre el uno y el otro.