Sobre la base de un C3, Citroën ha realizado este prototipo impulsado por un sistema híbrido. Lo que le distingue de cualquier otro híbrido son las fuentes de energía. En el caso del C3 Hybrid Air son un combustible fósil (gasolina) y, en vez de energía eléctrica almacenada en una batería, energía que se obtiene de un depósito de aire comprimido.
La gasolina sirve para alimentar un motor de 82 caballos mientras que el aire comprimido se emplea, su presión, para impulsar una bomba que acciona un motor hidráulico. El aire se comprime durante las deceleraciones, al invertirse el funcionamiento del conjunto motor y bomba hidráulicos, y se almacena en un depóstico colocado en el eje longitudinal del coche (imagen).
Los dos motores y la transmisión se relacionan entre sí mediante un engranaje planetario. Este elemento permite que funcionar con la aportación de los dos motores (122 CV en total) o la de cada uno de manera independiente. El motor hidráulico es capaz de impulsar por sí solo el C3 hasta 70 km/h.
El consumo homologado es 2,9 l/100 km, mientras que el del C3 VTi 82 (el que tiene ese mismo motor de gasolina; ficha técnica) es 4,6 l/100 km. De los C3 que están a la venta, el que menos gasta es el Diesel de 68 CV, 3,4 l/100 km. El C3 Hybrid Air tiene unos neumáticos de medidas poco frecuentes: 165/50 R18 (mucho diámetro en relación a su anchura).
Una de las ventajas que da Citroën a esta solución técnica frente a un híbrido con motor eléctrico es que resulta menos costosa.
Peugeot ha presentado una variante del 2008 con esta misma tecnología (más información del Peugeot 2008 HYbrid Air).