El Grupo Fiat lanzó al mercado a finales de 1997 el Alfa Romeo JTD, con un motor turbodiésel de inyección directa cuyo sistema de inyección estaba basado en la técnica de «conducto común» (conocido en inglés como «common rail»). Muy poco antes estaba a la venta el Mercedes C220 CDI, con el mismo tipo de inyección. Fiat llamó «Unijet» a este sistema y lo plasmó en motores de cuatro o cinco cilindros, con 1,9 y 2,4 litros de cilindrada respectivamente. Posteriormente, BMW, Audi, Peugeot o Renault han usado el conducto común fabricado por Bosch; otras marcas ha recurrido a desarrollos propios (Toyota) o bien a un proveedor distinto de Bosch, como Lucas (Renault).
Fue Fiat quien creó el sistema de conducto común para coches con motor Diesel. Bosch se interesó por él en las fases iniciales del desarrollo, y pactó con Fiat que se encargaría del desarrollo industrial y fabricación de este sistema.
El Unijet sustituye a la bomba que suministra gasóleo individualmente a cada inyector, por otra que mantiene el gasóleo a presión en un conducto común a todos los inyectores. Es decir, con el sistema de conducto común, no es la bomba lo que alimenta directamente a los inyectores, sino que éstos toman el gasóleo a presión de un depósito, cuando una señal eléctrica abre a cada uno de ellos en el momento adecuado.
Una de sus principales ventajas, y en definitiva el objetivo que persiguen todos sistemas de inyección, es controlar mejor la cantidad de combustible que se inyecta y el momento en que se produce la inyección. Hacerlo permite realizar una pequeña inyección de gasóleo momentos antes de la principal, lo que mejora las condiciones de la combustión. Tanto el consumo como la sonoridad y suavidad de marcha resultan beneficiadas por ello.
Otra ventaja notable del conducto común es que permite hacer una inyección casi a presión constante. Con cualquier sistema en el que una excéntrica proporciona la presión necesaria (sea una bomba convencional, sea una bomba-inyector), siempre hay un pico de presión alto que dura sólo un momento. Aunque la diferencia de presión máxima entre un sistema de bomba-inyector y uno de conducto común sea grande (más de 2.000 bar contra 1.350), la diferencia de presión media durante todo el periodo de inyección es menor. |