A partir de enero de 2013 estará disponible en España la tercera generación del smart fortwo eléctrico. Como en el resto de la gama fortwo existen dos carrocerías, cupé y descapotable con un techo de lona retráctil. Actualmente no hay en venta en España ningún turismo eléctrico del tamaño del smart.
Por primera vez será posible adquirirlo por particulares, antes se ofrecía por leasing a algunas empresas. smart ofrece dos posibilidades, comprarlo por 23 000 euros o por 18 950. La diferencia es que en el segundo caso la batería no es propiedad del cliente sino que éste la alquila. Las subvenciones a los coches eléctricos terminan en diciembre de 2012 así que, en principio, el comprador de este smart no se podrá beneficiar de ellas.
El precio del alquiler de la batería es 65 € al mes durante los diez años que dura el contrato sin límite de kilómetros (lo que es un coste total adicional de 7800 euros, frente a los 4050 que supone comprarla). La ventaja del alquiler es que incluye el programa que smart llama «sale&care» y que permite que el cliente se desentienda de los posibles problemas que pueda tener la batería (cuando se compra la garantía es de 2 años) durante esos diez años ya que en caso de avería o de pérdida de rendimiento es sustituida gratuitamente. Finalizado ese periodo es posible firmar otro alquiler o comprarla.
Las revisiones están programadas cada 20 000 km y, según nos han dicho los responsables de smart, cuesta un 30% menos que en los de motor térmico. El motor eléctrico no requiere ningún tipo de mantenimiento; a la batería hay que cambiarle un cartucho antihumedad.
Respecto al anterior fortwo eléctrico hay cambios destacables, el principal la mayor potencia (75 CV), que le permite una velocidad punta mayor y mejorar mucho la aceleración si se circula a más de 50 km/h. Según datos de smart, la aceleración de 0 a 100 km/h es 11,5 segundos, cuando el anterior necesitaba más del doble, 26,7 s. También aumenta la autonomía, incrementada 10 km para alcanzar 145 km. Tabla comparativa del smart de 2010 y el de 2012.
También habrá una versión Brabus con cambios de aspecto (galería de imágenes), una suspensión más firme y un motor de 82 CV. Por ahora no hay datos sobre sus prestaciones y precio.
El smart fortwo electric drive posiblemente sea el mejor coche que existe para circular por ciudad siempre que no se necesiten más de dos plazas ni un maletero muy capaz. Es silencioso y suave como solo pueden serlo los coches eléctricos, maniobra muy bien y es posible moverse con agilidad por el tráfico.
He conducido el coche en ciudad y me ha sorprendido su capacidad de aceleración y también el mayor refinamiento respecto al modelo previo. Ahora el motor eléctrico no se oye en el interior (antes era muy evidente) y cuando se levanta el pie del acelerador retiene mucho menos, lo que para mi gusto permite dosificar mejor la frenada. Al retener y al frenar con suavidad se recarga algo la batería ya que es el motor eléctrico el que ofrece resistencia al avance al funcionar como generador (transforma la energía cinética, la debida al movimiento de una masa, en eléctrica). Si se frena con más intensidad es el sistema hidráulico convencional el que reduce la velocidad. Al igual que ocurre con un fortwo de motor térmico, en el eléctrico el pedal del freno está articulado en el suelo y va duro.
No he tenido la oportunidad de probarlo en carretera, donde quizás se notan más las mejoras gracias al aumento de la velocidad máxima hasta 125 km/h. En el modelo anterior se circulaba al ritmo de los camiones y otros vehículos lentos; en éste debería poder hacerse normalmente al de los turismos.
Para cargar la batería hay varias posibilidades. La de serie es un enchufe normal (Schuko) que se conecta a la red de 230 V con el que se tardan siete horas en hacer una recarga completa. Opcionalmente se puede adquirir el llamado «wallbox», una caja de conexión que disminuye el tiempo de recarga una hora gracias a una mayor eficiencia en el dispositivo de recarga. Por último hay un sistema de recarga rápido que requiere del «wallbox» y de un cargador especial y que consigue cargar la batería en solo una hora. Tiene un inconveniente: el precio. El wallbox cuesta 710 € y el cargador 2000 € (precios en Alemania).
Además, el «wallbox» puede ser de tres tipos. El normal (710 euros), otro con conexión a internet (880 €) y uno para quien necesite recargar muchos vehículos eléctricos (hasta 16 coches; 2800 €). Con el «wallbox» con conexión a internet es posible programar la recarga. Por ejemplo para que se haga durante la noche, si se tiene contratada una tarifa más barata. Se hace desde una aplicación específica para móviles y desde una página web a la que puede acceder cada propietario. También permite ajustar con antelación la temperatura del habitáculo. Si hace frío lo calienta hasta 19 ºC y si hace calor lo refrigera hasta que alcanza 24. No es solo un sistema de confort, también sirve para que la autonomía disminuya menos con el uso de la climatización. Smart ha mejorado el aislamiento del habitáculo —juntas de puertas y tabique delantero— para que haya menos pérdidas y el climatizador consuma menos energía.
En el habitáculo no hay cambios importantes respecto al modelo anterior. El más evidente es que la guantera tiene ahora una tapa y que en el volante hay mandos para el programador de velocidad. En el cuadro de instrumentos aparece la autonomía restante.