El forfour 1.3 tiene una buena relación entre tamaño y espacio, es rápido para su potencia, estable, seguro y cómodo. Puede tener un equipamiento abundante opcionalmente, aunque le faltan elementos que son normales de serie en otros coches de su precio.
La versión pulse de este modelo cuesta 14.100 € con control de estabilidad de serie, pero sin aire acondicionado ni otros elementos que sí tienen de serie otros modelos. El principal inconveniente que le veo es que le falta una calidad acorde con ese precio superior; tiene buenos detalles de acabado y equipamiento, pero también hay fallos de diseño y de ajuste que no se dan en coches menos costosos.
Me parece conveniente para quien necesite un coche pequeño por cualquier causa y, además, utilice a menudo las plazas traseras. El smart mide menos que coches como el Peugeot 206, el Seat Ibiza o el Citroën C3, pero puede tener más espacio en las plazas delanteras o en las traseras que cualquiera de ellos; lo que no tiene es más maletero. Aunque no es más maniobrable porque no gira en menos metros, sí tiene la ventaja de que ocupa menos espacio al aparcar.
Es de los mejores en prestaciones entre los coches de su potencia, aunque esa ventaja se nota si se usa el cambio para ir en marchas cortas. En marchas largas desde poca velocidad tiene menos capacidad de aceleración que otros coches. Esto se debe a que los desarrollos de transmisión son largos, algo que me parece una ventaja más que un inconveniente dado que ni el motor es silencioso, ni hace que el coche gaste poco.
La seguridad activa me parece muy buena por cómo funciona el control de estabilidad y por la estabilidad que tiene el smart en todo tipo de carreteras, sean lentas o rápidas. En las lentas resulta normalmente ágil y en las rápidas tiene más tacto de coche grande que la mayoría de los de su tamaño. La frenada también es muy estable.
Siempre recomiendo no comprar un coche si no se conduce antes, pero en este caso me parece más necesario porque hay algunas particularidades del puesto de conducción que pueden gustar o disgustar. Hay también fallos que afectan a cualquiera, como una visibilidad más limitada que en otros utilitarios, a causa de lo grueso que es el marco del parabrisas (como en un monovolumen) y los montantes traseros.