El EQ forfour (paracuatro, en inglés) es el modelo de smart con cuatro plazas. Mide solo 3,50 metros de longitud y está movido por un motor eléctrico de 82 CV. Sólo hay una versión y cuesta 25 150 €; el modelo que se estaba vendiendo desde septiembre de 2018 (más información) costaba casi mil euros menos (24 295 €). El de 2020 tiene un aspecto diferente pero la parte eléctrica es la misma.
La batería es de poca capacidad (17,6 kWh totales, smart no informa sobre la capacidad útil) y proporciona una autonomía homologada de 129 kilómetros. Aún no hemos probado el EQ forfour, pero nuestra experiencia con los coches eléctricos nos hace estimar que la autonomía real será de unos 80 o 90 kilómetros si se conduce con normalidad. La diferencia en los datos de consumo entre el modelo 2020 y el anterior (ficha comparativa) se deben a que unos (los del nuevo) son bajo el ciclo WLTP, que es más exigente que el anterior NEDC.
La potencia máxima de carga en corriente alterna es 22 kW. Para que se pueda cargar a esa potencia, además de ser necesario un punto de recarga capaz de suministrarla, es necesario pagar por el cargador integrado de 22 kW, dado que es una opción. Por ahora no sabemos qué potencia admite el cargador que trae de serie. La garantía de la batería es de 8 años o 100 000 km.
El del EQ forfour 2020 es uno de los coches eléctricos de cuatro plazas más pequeños que se puede adquirir. El Citroën C-Zero y el Peugeot iOn miden tres centímetros menos. El SEAT Mii electric, el Skoda Citigo e iV y el Volkswagen e-up! miden entre 5 y 10 centímetros más. No solo todos ellos tienen un precio inferior al del forfour sino que, además, la diferencia es grande: el Mii electric, que es el más asequible, cuesta 18 490 euros (listado ordenado por precio).
El frontal es completamente nuevo. smart ha modificado el capó, los faros, la parrilla y el paragolpes. En la parte posterior son nuevos los pilotos y la parte inferior del paragolpes, que simula tener un difusor aerodinámico.
Los cambios en el habitáculo son menos llamativos. El más visible es que la pantalla del sistema multimedia tiene ocho pulgadas en vez de siete; este sistema ha sido desarrollado para usarse conectado a un teléfono móvil. El otro cambios es que el hueco que hay por delante de la palanca del cambio tiene una persianilla para poder dejar cosas ocultas.
El móvil se convierte en un componente más del coche. Desde él, mediante la aplicación My smart, es posible abrir o cerrar el coche o acceder a servicios de recarga, aparcamiento y navegación.