La gama del Porsche 911 Cabriolet está a la venta con dos versiones de motor, uno de 325 CV y el otro de 355 CV, y dos sistemas de tracción, a las ruedas traseras o total. Desde mayo de 2007 lo está también con el motor sobrealimentado de 480 CV.
El precio de la versión Carrera (325 CV) es de 98.278 euros y el del Carrera S (355 CV) de 109.670. Son, por tanto, alrededor de un doce por ciento más caras que las versiones cerradas equivalentes. Estas dos versiones están disponibles también con tracción total (cuestan 6.656 € más). La versión Turbo cuesta 163.366 € (15.040 € más que el cupé).
La capota es muy similar en su construcción a la del anterior 911; al igual que aquella, se pliega en forma de zig-zag y queda completamente recogida en la parte trasera (imagen). Es de accionamiento eléctrico y tarda 20 segundos en abrirse o cerrarse.
Para accionarla hay que pulsar un botón situado en la consola central, por detrás de la palanca de cambio (en el anterior Carrera Cabrio el interruptor estaba situado en el salpicadero). La maniobra completa de apertura o cierre requiere 20 s y es posible hacerlo por debajo de 50 km/h.
La posibilidad de poner o quitar el techo en marcha, hasta 50 km/h, resulta útil en ciudad. También se puede capotar y descapotar con el mando a distancia.
Al igual que en la versión anterior, la parte delantera de la capota, la zona situada sobre la cabeza de los pasajeros, es rígida; sobre un bastidor de magnesio se sitúa una lámina de plástico duro. Esta parte rígida es la que hace de tapa de la capota una vez plegada. Por tanto, siempre queda a la vista. El conjunto es una integración entre capota y techo rígido, que a mi juicio da un resultado excelente por ajuste, aislamiento acústico y aspecto, tanto con la capota abierta como cerrada. Nunca queda ningún pliegue a la vista y no es necesario poner funda o tapa alguna para tapar la capota plegada.
Hay otros coches en los que la capota queda perfectamente escondida y que no requiere poner fundas, por ejemplo en el BMW Serie 6 Cabrio. Es una solución que permite ahorrar espacio, factor importante en el 911, porque no tiene maletero en la parte posterior. El lugar en el que va alojada la capota plegada es difícil de aprovechar cuando la capota cubre el coche. Es un espacio grande, situado por detrás de los asientos posteriores, de muy difícil acceso.
Este sistema mixto entre capota blanda y dura, también permite reducir peso. Según los responsables de Porsche, el techo completo y el sistema de accionamiento pesan 42 kilogramos «menos de la mitad que un techo rígido comparable». En Porsche dan mucha importancia a que el peso del techo sea reducido, porque «cuanto menores son las masas de las estructuras superiores de un vehículo, tanto más cerca del suelo se encuentra el centro de gravedad del mismo», lo que beneficia a la estabilidad.
Por este motivo, el trabajo principal con relación a la capota del anterior Porsche 911 Cabriolet se ha centrado en reducir peso. Un 26 por ciento de los materiales de la estructura del techo son de aluminio y un 20 por ciento de magnesio. El varillaje es de acero forjado.
Las versiones Carrera y Carrera S tienen un motor bóxer de seis cilindros. En la versión Carrera este motor tiene 3,6 l de cilindrada y 325 CV; el Carrera S lleva un 3,8 l de cilindrada y alcanza 355 CV. En ambas está disponible un cambio manual de seis marchas o un automático Tiptronic de 5 marchas, que yo no recomiendo, si lo que se busca en el coche es la máxima aceleración posible en todo momento.
El Carrera emplea 5,2 s en alcanzar los 100 km/h desde parado, mientras que que el Carrera S necesita 4,9 s. La velocidad máxima es la misma que en las versiones cupé –285 y 293 km/h– debido a un coeficiente aerodinámico similar; el de los cabrio es 0,29, el mismo que el del Carrera S y algo mayor que el del Carrera (0,28). El de la versión turbo es 0,31.
La version Turbo tiene un motor sobrealimentado mediante un turbocompresor de entrada variable (un elemento común en motores Diesel pero, hasta ahora, no se podía emplear en motores de gasolina porque los gases de escape salen más calientes). Da 480 CV a 6.000 rpm de potencia máxima y 620 Nm de par máximo (con el paquete "Sport Chrono Turbo Package", aumenta hasta 680 Nm). Más información del motor Turbo en la versión cupé.
De este modo, el 911 Turbo Cabriolet alcanza 310 km/h (la misma velocidad que el Coupé Turbo) y acelera de 0 a 100 km/h en 3,8 s con el cambio automático (con el manual tarda 0,2 s más). El consumo medio homologado es 12,9 l/100 km.
El peso de las versiones Carrera es 85 kg mayor que los cupé de los que derivan; en el Turbo hay una diferencia menor, 70 kg. El alerón trasero se eleva 20 mm más que en los cupé para minimizar el efecto de las fuerzas ascendentes a alta velocidad en ambos ejes; en el caso de la versión Turbo, se eleva 30 mm y, según Porsche, es el único descapotable que de serie logra un valor negativo de la fuerza vertical en el eje trasero.
El Carrera lleva llantas de 18” y el Carrera S y el Turbo de 19”, todos llevan de serie control de estabilidad (PSM) y, opcionalmente en el Carrera y de serie en los otros dos, un sistema de suspensión activa PASM (del inglés, Porsche Active Suspension Management). También llevan deflector de viento, seis airbags (frontales, laterales y de cabeza, estos últimos salen desde la puerta) y protectores antivuelco a la altura de los reposacabezas posteriores, que aparecen de forma automática, mediante resorte, si detecta que se puede producir un vuelco. Opcionalmente, todas las versiones pueden tener unos frenos de material cerámico.