El Mazda6 que se comercializa desde septiembre de 2016 —Mazda6 2017— tiene algunas diferencias con el modelo anterior—Mazda6 2015—. La gama de motores —de gasolina de 145 y 192 CV y Diesel de 150 y 175 CV— se mantiene inalterada. Los precios han aumentado ligeramente (unos 550 € en el peor de los casos).
Visualmente es posible reconocer el modelo más reciente por la ubicación de los intermitentes laterales —ahora en los retrovisores— y por el nuevo diseño del volante.
Las novedades más importantes están en el equipamiento. El láser que servía para calcular la distancia para el sistema de frenada de emergencia en ciudad ha sido reemplazado por una cámara que, además de hacer que este sistema funcione en un rango de velocidad más amplio (ahora funciona entre 4 y 80 km/h en vez de entre 4 y 30 km/h), permite la detección de peatones. La cámara también se utiliza para el sistema de reconocimiento de señales de tráfico (de velocidad máxima, dirección prohibida y STOP). El sistema que proyecta la velocidad y algunas informaciones del navegador sobre una lámina de plástico que hay encima de la instrumentación tiene más resolución, gráficos a color y su posición e intensidad se almacenan con la misma memoria que los asientos. Con el nivel de equipamiento Luxury, las ventanillas delanteras aíslan mejor del ruido y la pantalla que hay en el indicador derecho del cuadro de instrumentos es en color, de mayor resolución y con gráficos más elaborados (imagen).
Para conseguir que el Mazda6 sea más silencioso se han reducido las tolerancias entre los paneles de la carrocería y hay más cantidad de material aislante en la zona inferior de la carrocería, en el techo y en las puertas. Posiblemente haya una mejora —necesitaríamos medirlo para confirmarlo— pero sigue presente el ruido aerodinámico procedente de la zona de la puerta o del retrovisor que se oye desde el puesto de conducción y el de rodadura es más alto que el de coches como el Ford Mondeo y el Volkwagen Passat. No por ello se puede tildar al Mazda6 como un coche ruidoso porque no lo es y en su habitáculo se viaja convenientemente aislado del ruido.
Además, en los dos motores Diesel Mazda incorpora tres tecnologías que reducen las vibraciones, el ruido y que mejoran la respuesta al acelerador: «Natural Sound Smoother», «Natural Sound Frequency Control» y «High-Precision DE Boost Control». En el apartado de información técnica los explicamos.
La novedad técnica más destacada por Mazda es el sistema «G-Vectoring Control» (GVC), cuya función es mejorar la precisión de guiado y suavizar los cambios de aceleración longitudinal y transversal que se originan cuando se aborda una curva actuando sobre el par motor. Mazda dice que su funcionamiento es prácticamente inapreciable para el conductor; yo desde luego no lo he notado, salvo en ocasiones, a la salida de algunas curvas, en forma de un pequeño cambio de tono de motor que puede ser debido a esto o no. En el apartado de técnica hay más información y un vídeo ilustrativo.
Salvo por este elemento —de efectos no comprobables en la conducción por nuestros medios—, dinámicamente el modelo 2017 es igual que el de 2015 —, así que las impresiones de conducción que publicamos son válidas para ambos. Con las impresiones del interior y las mediciones del habitáculo ocurre lo mismo, dado que no cambia ninguna cota; además del nuevo volante, Mazda únicamente ha mejorado la calidad de la tapicería de piel y la de los bolsillos que hay en los respaldos delanteros.
El Mazda6 2017 está en venta entre 24 975 € y 38 795 €. El precio es el mismo para las dos variantes de carrocería (precios de la gama Mazda6 sedán y precios de la gama Mazda6 Wagon). Los precios incluyen, a fecha de publicación de este artículo, un descuento de 3000 €. Adicionalmente, Mazda ofrece una rebaja de 1478 € más cinco años de mantenimiento si se financia el coche con ellos.
El motor de gasolina de 145 CV funciona con suavidad y a ralentí no se nota ninguna vibración en el puesto de conducción. En ese momento es el único en el que este motor de gasolina me ha parecido mejor que el Diesel de 150 CV. En el resto de situaciones, el Diesel no me ha parecido más ruidoso, es igual de suave y su capacidad de aceleración y recuperación es claramente mayor, por lo que resulta más cómodo de conducir ya que no hay que estar pendiente del cambio de marchas cuando de ganar velocidad con rapidez se trata.
El Mazda6 2017 todavía no aparece en el comparador de seguros de coches km77.com. No obstante, al ser en esencia el mismo vehículo que el Mazda6 2015, las diferencias en el coste del seguro deberían ser pequeñas. Asegurar a todo riesgo un Mazda6 2.2 SKYACTIV-D 150 CV cuesta 832 euros al año con la compañía Verti, que es la que da el mejor precio para este modelo con las siguientes condiciones: hombre de 31 años, que recorre unos 30 000 km al año, vive en Madrid, está casado y dispone de una plaza de aparcamiento en un garaje comunitario.