En las dos versiones que hemos probado (F-Sport y Luxury) el ambiente es el de un modelo de lujo. Lo es por el diseño elaborado y la presencia de materiales de calidad, pero, para mi criterio, lo que le distingue un poco de otros coches de su precio son pequeños detalles que Lexus ha cuidado de una manera poco habitual: las ventanillas se desplazan haciendo poco ruido (y con dos velocidades, una más lenta cuando llega al final del recorrido para evitar el golpe final); la cortinilla del techo panorámico también se mueve con una suavidad y cantidad de ruido poco habitual; tampoco se oyen los motores de los retrovisores exteriores al plegarse; las puertas cierran con un sonido trabajado y más discreto que el de sus rivales alemanes; y los mandos tienen un tacto excelente. Hasta las alfombrillas tienen mejor presencia de lo habitual, con una zona enmoquetada y otra recubierta de piel sintética y pespuntes decorativos.
Son ligeras particularidades que transmiten algo diferenciador. La sensación de calidad, de «coche bien hecho» es mayor en el Lexus NX que en un Mercedes-Benz GLC. Respecto a un Audi Q5 y un BMW X3, la diferencia no es tan evidente porque son menos «plasticosos» que el GLC y más sólidos en los ajustes y creo que ninguno de los tres falla en este aspecto. En marcha, el Lexus queda rezagado porque los otros tres tienen unos habitáculos mejor aislados del exterior.
El NX 2022 apenas cambia con respecto al modelo anterior en lo referente al espacio que ofrece para los ocupantes. Sigue siendo un modelo amplio en sentido longitudinal, pero no por su anchura. En las plazas posteriores hemos medido 78 centímetros para las piernas, un dato que lo posiciona como uno de los mejores (un Audi Q5 y un Mercedes-Benz GLC tienen 71 cm y un Volvo XC60, 72 cm). La anchura, en cambio, es peor que la de muchos de ellos y la altura libre hasta el techo, al menos con el techo panorámico instalado, se sitúa en un punto intermedio (tabla de mediciones del interior).
Si pasamos esas cifras a escala humana, el límite para poder colocarse de manera correcta al volante (si tiene techo panorámico) diría que está cerca del metro noventa y cinco de estatura. Con un par de centímetros menos, y el respaldo bien colocado, el pelo ya roza con el tapizado. En el caso del techo solar normal (el que solo está sobre las plazas delanteras), descontaría un centímetro adicional. En los asientos traseros, con la espalda completamente apoyada en el respaldo, quien mida más de metro noventa pegará en el techo.
El NX no es el más adecuado para llevar a tres personas detrás (imagen), ni para que un adulto vaya entre dos sillitas. La plaza central tampoco es cómoda y en el piso, donde van los pies, hay un abultamiento. Los anclajes Isofix van entre el respaldo y la banqueta, en el hueco que queda entre medias; en otros coches van enmarcados en una pieza de plástico que sirve de guía y facilita la colocación de las sillas.
Hay dos tipos de asientos. Con el equipamiento F-Sport, los delanteros tienen unos apoyos laterales más prominentes (imagen). Sujetan muy bien el cuerpo en las curvas y siguen siendo cómodos en el día a día, aunque a las personas muy corpulentas quizás la espalda no les apoye del todo bien porque les tocarán los costados en los laterales. Con los asientos de serie (imagen) esto no ocurre y siguen siendo unos buenos asientos por sujeción. Las regulaciones son las convencionales, no existe la posibilidad de alargar la banqueta, variar el ángulo de los soportes laterales ni se puede disponer de función de masaje. De calefacción y ventilación, sí. Los asientos traseros son siempre iguales. Los respaldos se pueden colocar con dos inclinaciones (imagen) y están calefactados en los niveles F Sport y Luxury, función con la que también cuenta el volante.
El maletero tiene 545 litros de capacidad, tanto en la versión híbrida como en la híbrida enchufable. Son 10 litros menos que el modelo anterior, pero un dato bueno con respecto a sus alternativas (listado de SUV de entre 4,5 y 4,7 metros de longitud, ordenados por volumen de maletero). Tiene unas formas regulares. Las versiones con el nivel de equipamiento Executive o superior tienen un portón automático con dos posibilidades de cierre, inmediato o al alejarse del coche (imagen de los botones). También puede tener la función de accionamiento con un movimiento del pie bajo el paragolpes.
El maletero está bien iluminado. Además de los plafones (uno en cada lado), existe un tercer punto de luz en el portón. En el piso hay anclajes para sujetar una red y en los laterales, ganchos para colgar bolsas. La bandeja es solidaria con el portón (al abrirlo se levanta con él y no molesta; imagen) y se puede plegar por la mitad (el mecanismo es similar al que se emplea en los paravientos de los descapotables; imagen) para guardarla bajo el piso. En esta zona también hay espacio donde se pueden guardar objetos, como unos guantes o los cables de recarga (imagen del 350h y imagen del 450h+).
La consola central está bien resuelta. Tiene varios lugares donde dejar cosas, incluidas dos bebidas, siendo el hueco de mayor tamaño el que hay bajo el apoyabrazos, cuya tapa se abre hacia cualquiera de los dos lados. La bandeja de recarga inalámbrica (imagen) se puede ocultar (imagen), introduciéndola en el salpicadero, para dejar acceso a un hueco profundo. También hay dos conexiones USB (micro y tipo C) y una toma de 12 V.
En la fila trasera también hay una toma de 12 V y dos tomas USB (las dos de tipo C). Están en la parte final de la consola central (imagen), junto a las salidas de ventilación y los mandos de la calefacción de los asientos.
Las puertas no tienen accionamientos mecánicos. Tanto dentro como fuera hay que utilizar unos botones (en el panel de la puerta —imagen— y en el interior de las manillas exteriores, respectivamente). Cuando se pulsan, la puerta se desbloquea y se abre levemente para poder seguir empujando o tirando de ella. El único inconveniente que le he encontrado a este sistema es que el mecanismo de bloqueo y desbloqueo es electrónico y no hace ningún tipo de ruido. Es decir, cuando desbloqueas el cierre centralizado pulsando alguno de los botones que hay en las puertas, no hay ningún sonido que confirme que lo has hecho. Este sistema ha permitido la implementación de la función de salida segura (SEA). Combinándolo con los radares del sistema de detección de vehículos en el ángulo muerto, puede impedir que se abra la puerta si se acerca algún vehículo.
Pantallas y mandos
Lo que más llama la atención al acceder al interior del Lexus NX es el tamaño de la pantalla del sistema multimedia. Tiene 14 pulgadas, con un formato no muy apaisado. Esta pantalla es mayor que las que usan otras marcas en modelos rivales de este Lexus. El NX ha pasado de tener uno de los sistemas multimedia menos avanzados y con un funcionamiento más confuso, a ofrecer uno más que correcto. Los menús son más intuitivos que el del modelo anterior (que era muy farragoso) y, sobre todo, todo fluye con mayor rapidez (Lexus dice que 3,6 veces más).
No todo es perfecto: en ocasiones he tenido que pulsar varias veces sobre lo que deseaba porque no ocurría nada y hay funciones que son un poco enrevesadas, como es el caso del ordenador de viaje. Este tiene dos contadores parciales de distancia (que se ven solo en el cuadro de instrumentos y que se ponen a cero con un botón propio que hay a la izquierda del cuadro). En el cuadro de instrumentos se muestra un dato de consumo medio, una velocidad media y un contador de tiempo, pero estos tres datos (que no se muestran simultáneamente) se ponen a cero desde un menú de la pantalla del sistema multimedia, no desde el cuadro. En la pantalla central se puede ver el consumo medio, pero no los otros dos datos (velocidad y tiempo), ni el instantáneo ni los contadores de distancia. Ese consumo medio se muestra en un apartado llamado «Historial», junto a un gráfico de barras que muestra el consumo medio de los registros anteriores (imagen). Existe otra pantalla, llamada «Actual» donde aparece la velocidad y el tiempo conducidos desde el arranque, pero no el consumo medio de ese trayecto. También aparece un dato titulado «Dist. Trayecto» que no es lo que parece, porque indica la autonomía.
Esta pantalla de 14” (Lexus Link Pro) la tienen solo las versiones con el nivel de equipamiento Executive o superior. Con el nivel básico (Business) viene una pantalla más pequeña, de 9,8 pulgadas (Lexus Link Connect), pero con prácticamente las mismas funcionalidades: mapas alojados en «la nube» con actualizaciones de tráfico en tiempo real, un sistema de reconocimiento de órdenes vocales que admite un lenguaje coloquial (se activa diciendo «Hey Lexus»), compatibilidad con Apple CarPlay (inalámbrico) y Android Auto (mediante cable) y recepción de actualizaciones OTA (Over The Air, inalámbricas).
La pantalla suple a todos los mandos físicos del climatizador y el equipo de sonido, con la excepción de los de la regulación de la temperatura y el volumen, para lo que se sigue contando con tres mandos giratorios. En la pantalla de 14”, los dos mandos de la temperatura se encuentran sobre la propia pantalla (imagen), de igual modo que hace Ford en el Mustang Mach-E (en este caso para el volumen; imagen). El, aproximadamente, tercio inferior de la pantalla muestra siempre funciones del climatizador. Sobre los dos tercios superiores es donde se presentan en resto de menús y posibilidades.
La instrumentación de todos los NX también es mediante una combinación de pantalla e indicadores físicos. E igualmente de dos tipos según el nivel de equipamiento. La de las versiones más equipadas, que es la que tenían los NX que he conducido, se ve bien y muestra la información con claridad. Hay tres diseños que se pueden seleccionar a voluntad (ejemplo) o activarse según el programa de conducción elegido.
Los botones del volante tienen una forma de funcionar distinta a la habitual. Los cuatro que van más cerca del centro del aro tienen funciones fijas (a la izquierda, controlar el volumen del sistema de sonido; a la derecha, manejar el programador de velocidad), pero los laterales que están marcados con flechas pueden realizar distintas funciones según el menú que se haya elegido con los botones inferiores. Lexus hace saber al conductor en qué menú se encuentra mediante el sistema de información proyectada en el parabrisas (en las versiones que lo tienen; imagen). A mí compañero Fernando le ha parecido una solución sencilla, se entiende bien y permite navegar por las opciones que ofrecen los botones del volante sin apenas perder concentración en la carretera. Yo no coincido con él. Que una pulsación pueda tener distintos resultados y que para saber cuál va a ser cada vez haya que prestar atención a una imagen que se proyecta no me parece la mejor solución posible porque requiere dejar de prestar atención a la conducción para dedicársela a otra cosa.