Todas las versiones del Ford Tourneo Courier tienen el mismo motor de tres cilindros y 125 caballos de potencia denominado EcoBoost. Es un motor de gasolina, sin hibridación alguna, al que le corresponde la etiqueta «C» de la DGT. En este apartado, la única opción en manos del comprador radica en optar por la caja manual de seis velocidades o la automática de siete.
El Ford Puma, que está construido sobre la misma plataforma que el Tourneo Courier y que se fabrica en la misma planta de Craiova, en Rumanía, está dotado de motores con hibridación y también de versiones con mayor potencia (155 y 170 CV). Al Tourneo Courier, que tiene una masa máxima autorizada de 2000 kg le vendrían muy bien.
A las versiones con hibridación del Puma les corresponde el distintivo «ECO» de la DGT, que en algunas ciudades reciben ventajas considerables. Probablemente esta cuestión de las etiquetas sea una cuestión local, pero aun así es difícil de entender que en Ford no opten por motores con hibridación para este coche.
El motor EcoBoost, de Ford, funciona con suavidad y resulta agradable. Sólo lo he llevado con la caja manual. Sin embargo, a pesar de lo agradable del motor, cuando llegan cuestas pronunciadas en autovía, incluso sin carga, es necesario reducir para mantener los 120 km/h de velocidad de crucero.
Tanto con las llantas de serie de 16 pulgadas como con las opcionales de 17 pulgadas que llevaba nuestra unidad, las marchas del Tourneo Courier se quedan muy largas. En sexta, a régimen de potencia máxima, el Tourneo Courier se desplazaría a 250 km/h y en quinta a 210 km/h, velocidades que no alcanzaría nunca, salvo en una bajada muy recta y muy pronunciada. La velocidad máxima que anuncia Ford se sitúa en 175 km/h, que con el neumático de 16 pulgadas que lleva esta versión de serie, se alcanzan con toda seguridad en cuarta marcha, a un régimen de 6250 revoluciones por minuto. Se trata por tanto de una caja de cambios con relaciones largas, destinadas a obtener consumo bajo.
En carreteras de montaña, con curvas y pendientes, también es necesario recurrir al cambio con frecuencia incluso con el coche descargado. El cambio funciona muy bien. Es rápido, preciso y agradable de utilizar.
Sin embargo, a pesar del motor de tres cilindros y de estos largos desarrollos del cambio, el consumo es elevado. En nuestro recorrido habitual por autovía, a 118,5 km/h de velocidad media, el consumo ha sido de 7,9 litros cada 100 kilómetros y en recorrido urbano el consumo ha sido de 8,1 l/100 km. No tenemos datos del Puma con el mismo motor (con hibridación) en este trayecto, pero en el dato de consumo homologado WLTP, la cifra del Tourneo Courier es un 25% superior a la del Puma.
La diferencia de peso entre el Tourneo Courier y el Ford Puma es de 240 kg a favor del Puma, que resulta claramente más ligero. No disponemos del dato de resistencia aerodinámica al avance de ninguno de los dos coches, pero tanto por su forma como por su mayor altura, está claro que el Tourneo Courier presenta mayor resistencia al avance. Estos dos factores justifican el mayor consumo del Tourneo Courier. Asimismo, las ruedas del Tourneo Courier son de mayor anchura que las del Puma, por lo que la resistencia de rodadura también será superior.
El aplomo del Tourneo courier es elevado a pesar de la altura de su carrocería y tanto en autovías como en carreteras con curvas y desniveles es un coche sencillo y agradable de conducir. Los cambios de apoyo no son su especialidad, porque el centro de gravedad no está situado en un punto bajo, pero con todo y con eso es un coche con una respuesta similar a la de muchos SUV.