La unidad del Tourneo que he conducido estaba matriculada en Alemania, pero su equipamiento y acabado se corresponde con el de una versión Titanium española, con cambio manual y algún elemento opcional.
De las tres versiones disponibles, la «Trend» es la básica y las «Titanium» y «Active» se enfocan a dos públicos diferentes. La «Titanium» está orientada hacia elementos que aportan mayor comodidad, como por ejemplo el climatizador, y la «Active» hacia el diseño y la tecnología, a juzgar por los elementos que llevan de serie una y otra. (Decenas de fotos del interior, de la versión «Titanium» en el blog Teletransporte)
Me ciño exclusivamente al interior. Con relación a la versión «Trend», tanto la «Titanium» como la «Active» llevan lunas tintadas, cuatro elevalunas eléctricos (en la versión «Trend» las ventanas posteriores sólo se abren a compás), dos tomas USB para los asientos posteriores, volante y palanca de cambios forrados en piel y sensor de lluvia.
Las diferencias entre las versiones «Titanium» y «Active» son que la «Titanium» lleva climatizador y la «Active» no. En contrapartida, la «Active» lleva cargador inalámbrico para el teléfono, arranque sin llave (que es un elemento de comodidad) y el «Paquete tecnológico con Navegación», que en las otras versiones es opcional y cuesta 1100 € en el «Titanium» y 1470 € en el «Trend», porque para esta versión el paquete incluye además volante y palanca de cambios forrados en piel, que en el «Titanium» son de serie. Este paquete incluye navegador, programador de velocidad activo, sensores delanteros de aparcamiento, alerta por presencia de vehículos en el ángulo muerto, aviso de tráfico cruzado al circular marcha atrás y retrovisores plegables automáticamente.
Del uso que cada uno vaya a dar al coche dependerá qué opciones le importan más o menos, en función también de los gustos particulares. En mi caso, no perdonaría el volante forrado en piel, que tiene un grosor y un tacto excelentes. No he probado el volante de la versión «Trend» y dudo de que pagara los 1470 € que cuesta el «Paquete tecnológico con Navegación» sólo para disponer del volante y la palanca forrados en piel. Supongo que preferiría optar por la versión «Titanium» que tiene prácticamente la misma diferencia de precio y permite bajar las lunas posteriores. Datos comparativos de equipamiento de las tres versiones.
El volante tiene ajuste vertical y horizontal de serie en las tres versiones y el asiento del conductor no es regulable de serie en altura en ninguna de las tres. Para poder regularlo, hay que optar por el paquete de invierno, que además incluye calefacción en el volante y en los asientos delanteros, retrovisor interior antideslumbramiento y parabrisas calefactado. Este paquete, por 350 €, me parece muy recomendable, aunque sólo sea por la regulación en altura del asiento y, por supuesto, por el volante y el parabrisas calefactados si se aparca el coche en la calle por la noche en lugares fríos.
El Tourneo Courier resulta cómodo porque los asientos recogen bien y tienen un buen mullido. Sujetan bien la espalda y peor las piernas lateralmente porque los flancos de la banqueta son excesivamente blandos para mi gusto. Pero por encima de todo es un coche práctico, que permite llevar a cinco personas en caso de necesidad (la anchura de la zona posterior es escasa, 127 cm) y que, una vez plegados los asientos, permite cargar bicicletas y bártulos con facilidad.
Las puertas correderas laterales, que son altas, permiten también operar en el interior del coche con facilidad desde el exterior, por lo que es un coche especialmente práctico para colocar a bebés en su sillita sin elementos que entorpezcan la manipulación. Todo el matalotaje inherente al transporte de un bebé debe de caber con facilidad en el amplio maletero.
El maletero es grande (570 litros) y cúbico, sin recovecos, y muy alto cuando se despeja la bandeja y se coloca pegada a los asientos posteriores. La bandeja en sí misma es muy práctica, porque se puede utilizar como mesita para cambiar los pañales de bebé ya que queda a una altura muy cómoda para no tener que agacharse.
Los materiales empleados tienen buen aspecto y parecen sólidos. Las terminaciones, a mi juicio, están bien cuidadas. No he visto ningún desajuste ni holgura que delate descuido. Ford no emplea materiales lujosos para la fabricación de este coche, pero los que emplea resultan agradables a la vista y al tacto, con buenos remates y aspecto de calidad.