El Ford S-MAX es un monovolumen de 4,80 metros de longitud y siete plazas. Este S-MAX año-modelo 2021 es una puesta al día del S-MAX de segunda generación, cuya comercialización en España comenzó a principios de 2015 (aquí están todos los artículos que hemos publicado de este coche). Solo está disponible con un sistema de impulsión híbrido no enchufable de 190 caballos, el mismo del Ford Kuga y el Ford Galaxy. Lleva por tanto la etiqueta ECO de la DGT.
El objetivo del sistema híbrido no es hacer que el coche se pueda desplazar muchos kilómetros con electricidad (aunque sale de parado en modo eléctrico y circula unos pocos metros así), sino ayudar al motor de combustión a reducir su consumo de carburante. Por lo que hemos comprobado en nuestras pruebas, cumple con dicho objetivo. Además, tiene una buena capacidad de aceleración y gana velocidad a buen ritmo cuando se le pide. Más información en las impresiones de conducción.
Está en venta desde 32 875 euros (precios de toda la gama). En la actualidad no hay ningún monovolumen de características semejantes que sea híbrido. Si obviamos el motor, los dos rivales del S-MAX son el Renault Espace (disponible con dos motores Diesel, de 160 y 189 CV) y el SEAT Alhambra (solo se puede pedir con un motor de gasolina de 150 CV). El Ford es con diferencia el más barato de los tres (ficha comparativa).
El sistema propulsor está compuesto por un motor de gasolina de cuatro cilindros, 2,5 litros de cilindrada y 152 CV, un motor eléctrico de 125 CV y una batería de iones de litio de 1,1 kWh de capacidad refrigerada por líquido. Los motores están situados bajo el capó, mientras que la batería está detrás, por debajo del maletero. El sistema de escape es diferente al de los S-MAX con motor de combustión (que ya no se venden), ya que tiene que salvar el «obstáculo» que supone la batería.
No tiene una caja de cambios automática tradicional de convertidor de par o doble embrague, sino un engranaje planetario (Ford la llama HF-45), como los híbridos de Toyota. Sin embargo, a diferencia del sistema que utiliza Toyota, el del Ford trata de simular el funcionamiento de una transmisión de relaciones fijas, de tal manera que no se tiene esa sensación de resbalamiento o desconexión entre las revoluciones del motor y la velocidad. Su uso resulta notablemente más agradable que el de Toyota.
El habitáculo es idéntico al del S-MAX de 2015 excepto por la actualización del sistema multimedia SYNC3 y por el mando selector de la transmisión que hay en la consola central. Por lo tanto, sigue siendo un vehículo confortable, espacioso y de buena calidad. El maletero en configuración de cinco plazas es de 630 litros, que está entre medias de lo que ofrece un Espace y un Alhambra. Más información en las impresiones del interior.
Los niveles de equipamiento disponibles se llaman Trend, Titanium, ST-Line y Vignale. En todos ellos son de serie elementos como los sensores de ayuda al aparcamiento delanteros y traseros, el programador de velocidad activo y el climatizador automático. Las llantas pueden ser de 17, 18 o 19 pulgadas.
Otro elemento que viene de serie es el FordPass Connect, un sistema que crea un punto WiFi al cual se pueden conectar hasta 10 dispositivos y que permite que el sistema de navegación se surta de información en tiempo real para planificar mejores rutas (Live Traffic, de pago tras una prueba inicial gratuita de un año). También permite controlar con el teléfono móvil algunas de las funciones del vehículo, como las cerraduras, conocer sus parámetros principales (por ejemplo, cuánto carburante queda en el depósito) o la ubicación del mismo.