Por el momento, la versión que hemos probado del S-Max es la que tiene motor Diesel de 140 CV de potencia.
Su nivel de estabilidad es de lo mejor que se puede encontrar en vehículos de estas características. Por cómo reacciona, es un monovolumen más estable de lo normal. Tiene un tacto preferible al de otros monovolúmenes de sus dimensiones, como un Chrysler Voyager o un Peugeot 807, aunque la diferencia no es grande en relación a un Mitsubishi Grandis), a costa de una suspensión que no es cómoda en todas las condiciones.
Como monovolumen que es, la carrocería tiene un cierto balanceo y ciertos movimientos amplios verticales al pasar por irregularidades, propios de los coches de este tamaño.
Nuestra unidad de pruebas tenía la suspensión de serie y las llantas de 18" con unos neumáticos 235/45 R18. Con esta configuración, el S-Max tiene una cierta dureza en la fase de compresión. Esta dureza se aprecia más con el coche vacío que cargado.
Es difícil decir en qué medida los neumáticos 235/45 R18 (de escaso perfil) influyen en que el coche no siempre sea confortable, ni cuánto se debe a la elección de muelles y amortiguadores que tiene el coche de serie. Lo que está claro es que para casi cualquier uso, es mejor elegir los neumáticos de 17" (de serie en «Titanium») o 16" (de serie en «Trend»), que tienen un perfil más alto, probablemente más flexible y que darán un confort mayor.
Por la experiencia con otros coches, en especial con casi todos los turismos de Ford, no creo que el buen tacto que tiene el S-Max se deba a los neumáticos. Los neumáticos 235/50 R18 dan un nivel de adherencia alto en sentido transversal, pero no le dan un tacto mejor ni contribuyen a que la calidad de las reacciones esté a la altura de los mejores. Es decir, con las ruedas de serie seguiría siendo un coche estable.
Además de la suspensión de serie, puede tener una más dura, que Ford denomina «deportiva» (es opcional salvo el «Titanium S, que la tiene de serie). Esta suspensión opcional reduce algo el balanceo de la carrocería en curva y algunos movimientos verticales en zonas de baches, pero dado lo bien que va el coche de serie, y que ni siquiera con la de serie el coche va blando ni es particularmente cómodo, no parece una opción interesante.
Por último puede tener una suspensión trasera autonivelante. No la hemos probado, pero puede ser una buena idea si se carga la parte trasera del coche con objetos muy pesados.
El control de estabilidad es de serie en todas las versiones. El sensor de la presión de los neumáticos es un elemento opcional y recomendable por el aporte de seguridad de da.
El motor Diesel de 140 CV da unas prestaciones suficientes para un buen número de circunstancias, incluso si el coche va cargado.
De hecho, hemos obtenido unas prestaciones algo más rápidas de lo que cabe esperar para un coche de este tamaño con 140 CV de potencia: puede acelerar un poco más que un Mitsubishi Grandis Diesel de 136 CV y que otros monovolúmenes más pequeños, como un Volkswagen Touran 2.0 TDI 140 CV.
Nos sabemos si todos los S-Max con este motor serán así de rápidos, pero nos cabe la duda porque nuestra unidad echaba apreciablemente humo negro en moderada o fuerte aceleración.
Lo que le falta al S-Max motor Diesel de 140 CV es un poco de fuerza para comenzar la marcha con soltura. Esta carencia puede hacer un poco incómoda la utilización en ciudad. Por el momento, no hemos probado el S-Max con motor Diesel de 175 CV.
En ciudad (o a baja velocidad) el S-Max TDCi de 140 CV emite un ruido que desaparece a medida que el coche gana velocidad. Este ruido no es nada extraordinario, pero sí es perceptible. El interior sí está muy bien aislado de las vibraciones. En carretera el coche es silencioso por motor y aerodinámica.
En cuanto el coche gana velocidad, la respuesta del motor sí es satisfactoria: Se puede ir en sexta a unos 100 km/h y mantener cierta reserva de aceleración. Con la sexta engranada la respuesta es suficiente para coronar las rampas normales en autovías sin perder mucha velocidad, siempre que el coche vaya con cierto lanzamiento.
Un aspecto que resulta interesante es que como tiene un consumo bajo (teniendo en cuenta su peso y tamaño) y un depósito de combustible de 70 l, la autonomía puede estar cerca de 1.000 km si se conduce con suavidad, aunque no lentamente. En un recorrido mixto de ciudad y carretera puede gastar 7,5 l/100 km.
Hemos conducido brevemente el S-Max 2.5 Turbo de 220 CV, una variante del motor que lleva el Focus ST. La unidad de pruebas tenía neumáticos Michelin Primacy HP en medida 235/45 R18.
Con este motor, el S-Max tiene una velocidad máxima de 230 km/h, acelera de 0 a 100 km/h en 7,9 s y tiene un consumo medio de 9,4 l cada 100 km.
Es un motor progresivo, con bastante fuerza a bajo y medio régimen y muy elástico. Es muy silencioso. El motor sólo se oye claramente más que el ruido del viento a un régimen alto en marchas cortas.
El S-Max puede tener tres posibles sistemas de iluminación. De serie tiene faros fijos con bombillas halógenas; opcionalmente puede tener faros halógenos con sistema de iluminación en curva o faros de xenón. Los faros de bombilla halógena no dan una iluminación buena; por lo tanto, el xenón puede ser recomendable.