El Mustang Bullitt es la versión más potente y costosa de la gama Mustang 2018. Su producción está limitada en el tiempo (aunque Ford no ha definido el periodo exacto) y cada una de las unidades está identificada con una placa numerada. Cuesta 55 550 euros, por lo que resulta 6000 euros más caro que el Mustang Fastback GT V8 de 450 CV (ficha comparativa).
Dicha diferencia de precio está justificada, al menos en parte, porque tiene un motor 10 CV más potente (460 en total), pero también porque tiene piezas decorativas distintivas y algunos elementos de equipamiento de serie que, en otras versiones, forman parte de la lista de opciones. La pintura de la carrocería, por ejemplo, se llama «Verde Oscuro Highland» y es similar a la que tenía el Ford Mustang Fastback de 1968 que conducía Steve McQueen en la película Bullitt (aunque también se puede pedir en «negro Shadow»), las llantas de 19 pulgadas tienen un diseño exclusivo («Torq Thrust»; imagen), las pinzas de freno Brembo están pintadas en color rojo, la tapa del maletero tiene el distintivo «Bullitt» (imagen) y la parrilla es completamente negra, sin ningún distintivo que haga mención a la marca, el modelo o la versión (imagen).
En el interior los cambios no son muy grandes: el pomo del cambio de marchas es de color blanco (imagen), hay una placa numerada frente al pasajero que hace referencia a la edición especial (imagen), las costuras de los asientos y las puertas son en color verde oscuro y tanto el volante como los umbrales de las puertas tienen inscrito el distintivo «Bullitt» (imagen e imagen). El sistema de sonido del fabricante Bang & Olufsen, que es de serie, tiene doce altavoces. Opcionalmente, como en el resto de la gama Mustang, se pueden pedir unos asientos deportivos del fabricante Recaro (con detalles en color verde en este caso; imagen) y una suspensión con amortiguadores de ajuste variable, entre otros elementos.
El motor es el mismo V8 atmosférico de 5,0 litros que tiene la versión GT, aunque con una serie de modificaciones para que la potencia ascienda hasta los 460 CV (10 CV más). Su funcionamiento es simplemente fascinante: empuja con fuerza desde prácticamente el ralentí y hasta bien pasadas las 7000 rpm, apenas se sienten vibraciones y emite un sonido natural muy espectacular sin recurrir a petardeos o explosiones (sonido que, no obstante, se puede atenuar notablemente activando el «modo silencioso»). Sus prestaciones son marginalmente mejores que las del Mustang GT, (aunque no sobresalen frente a las de sus rivales) y el consumo, siempre elevado. Hay más detalles sobre estos y otros aspectos en el apartado de Impresiones de conducción.
Dinámicamente, el Mustang Bullit tampoco difiere del Mustang GT de 450 CV porque Ford no ha realizado cambio alguno en los ajustes de la suspensión o en los neumáticos. No se trata de un deportivo preciso con el que arañar décimas en un circuito, pero su conducción es tremendamente agradable y placentera porque es rápido, normalmente cómodo y transmite una sensación de seguridad y control de la situación muy elevada (eso sí, siempre y cuando estén todos los controles electrónicos activados).
Salvo por los cambios decorativos descritos unos párrafos más arriba, el habitáculo del Mustang Bullitt es idéntico al del resto de versiones de la gama y, por lo tanto, mantiene las mismas virtudes y defectos (impresiones del interior del Mustang 2018). Las dos plazas delanteras son muy amplias y permiten que personas de muy diversa envergadura se acomoden con facilidad; las dos traseras, en cambio, son muy pequeñas, únicamente válidas para niños o adultos de estatura muy reducida. La instrumentación se muestra en una pantalla de 12 pulgadas con un alto grado de personalización y multitud de datos informativos sobre el funcionamiento del motor: entre otros, puede mostrar la relación entre aire y combustible que entra en la cámara de combustión, la temperatura de la cabeza de la culata, de la toma de admisión o del aceite de la caja de cambios (imagen). Además se ve muy bien incluso cuando la luz incide directamente sobre ella (imagen).
Los materiales utilizados para recubrir todo el habitáculo son sencillos, aunque por norma general tienen un buen aspecto. Los ajustes entre las distintas piezas, como ocurre en la mayoría de modelos de Ford, son poco homogéneos: en algunas zonas son correctos (por ejemplo alrededor de la pantalla del sistema multimedia o los del climatizador), pero en otras no están especialmente cuidados (en las uniones entre las puertas y el salpicadero, por ejemplo).
Según nuestro comparador de seguros, el precio de una póliza a todo riesgo sin franquicia para un Mustang Bullitt tiene un coste mínimo de 493 euros. Es un seguro con una muy buena relación entre calidad y precio (8,18 puntos sobre 10 posibles) que ofrece la compañía Mapfre. Para realizar esta simulación hemos introducido los siguientes datos: hombre casado de 63 años que reside en Madrid, recorre unos 10 000 km al año y aparca en un garaje individual.