El motor Diesel de 1,6 litros tiene una buena respuesta muy buena para su cilindrada. Es comparativamente mejor en aceleración que en recuperación. Lo más probable es que valoren más sus prestaciones quienes acostumbren a aprovechar todo el margen de régimen del motor, y no tiendan a ir mucho en marchas largas.
El C-Max tienes dos cualidades que favorecen las prestaciones y el consumo: poca resistencia aerodinámica y poco peso. El C-Max de 109 CV alcanza 185 km/h, cuando un Renault Scénic necesita 120 CV para llegar a 188 km/h. Esta versión del C-Max es el único monovolumen de este tamaño y con motor Diesel de este tipo que baja de 1.400 kg (tabla comparativa).
Es un motor normalmente suave y —como muchos otros Diesel— silencioso si se mantiene una velocidad constante, aunque sea un poco alta. En aceleración, en cambio, deja notar un ruido con el volumen y el timbre característico de los Diesel.
Mi compañero Javier Moltó condujo dos versiones del Focus C-Max: el 2,0 litros Diesel de 136 CV y el 1,8 litros de gasolina y 120 CV, que no se venderá en España. Lo que sigue son sus impresiones sobre estas dos versiones; coincido con él en lo que dice de la estabilidad. La versión del C-Max que yo he conducido tenía neumáticos Goodyear Eagle NCT5 de medida 205/55 16 91 V.
El Diesel de 136 caballos me ha impresionado por su suavidad de marcha, la precisión de trayectoria y la estabilidad. El cambio, el embrague, la suspensión y la respuesta del motor hacen que sea fácil conducirlo con mucha suavidad. Sin comprometer la suavidad, se puede atacar en las curvas, y sentir una calidad de apoyo elevada, precisión en la trayectoria, y sensibilidad en la dirección.
La sexta no es una marcha de desahogo, es posible que el C-Max alcance la velocidad máxima (200 km/h) en esta marcha, a 3.500 rpm.
Las vibraciones del motor resultan imperceptibles desde el interior y el ruido tampoco se oye. La práctica ausencia de vibraciones y de ruido y la respuesta del motor hacen que se trate de una opción idónea para este coche.
El motor 1.8 de gasolina, que conduje en versión Trend, tiene peores prestaciones que el Diesel y no resulta más suave. Sí tiene las mismas cualidades dinámicas en paso por curva y da idéntica sensación de comodidad y agrado de conducción.
Un Diesel siempre resulta más cómodo (si no suena ni vibra) porque hay que cambiar menos y arranca con más facilidad si tiene cilindrada, como es el caso.
El Diesel que probé tenía ruedas 205/55 16 con neumáticos Continental SportContact2; el gasolina tenía 205/50 17 (Goodyear Eagle NCT). Mis sensaciones fueron mejores con las ruedas de 16", a pesar de ir montadas en un coche de motor más pesado; aún así, las diferencias eran pequeñas. Esos neumáticos de Continental siempre nos han dado un buen resultado; los Goodyear NCT5 no siempre nos han parecido tan bueno en seco.
También me gustó más la frenada en el Diesel de llanta 16". Cuando tengo oportunidad de probar dos coches similares con llantas diferentes, siempre tengo la sensación de que —a igualdad de discos— el tacto en el pedal es mejor con llantas más pequeñas que con llantas de mayor diámetro.
En este caso, además del posible efecto de la llanta, la diferencia es que los discos montados sobre la llanta más pequeña eran de mayor diámetro. Los motores Diesel vienen equipados con discos ventilados de 300 mm de diámetro en el eje delantero, y los de gasolina con discos de 278 milímetros.