Sus medidas interiores están en la media de otros coches similares medidos por km77.com. Cuatro personas pueden viajar bien y, como todos los utilitarios, es estrecho para cinco.
Los asientos de las plazas delanteras me han parecido cómodos, salvo en carreteras con curvas porque tienen poca sujeción lateral. El respaldo y la banqueta tienen un buen tamaño y, aunque el relleno es blando, dan un apoyo uniforme al cuerpo.
Una vez ajustado adecuadamente para mí, no he tenido que recolocarlo en ningún momento, ni he echado en falta nada durante los más de 1.200 km que lo conduje, aunque no tiene ajuste lumbar. A mi compañero Víctor Fernández le pareció que la banqueta tiene poca inclinación, cree que debería estar un poco más levantada en su parte delantera.
La banqueta es regulable en altura pero no el respaldo. El mecanismo que tiene para cambiar su altura es una ruleta que, como otros mecanismos de este tipo, es un poco dura de accionar cuando está todo el peso sobre el asiento.
El respaldo de los asientos traseros está muy inclinado hacia atrás, no se va tan erguido como en otros coches donde la altura en las plazas traseras es grande. Pese a esta inclinación del respaldo, los reposacabezas traseros quedan muy lejos de la cabeza. Todos los cinturones de seguridad son de cinco puntos de anclaje, pero el central trasero es muy difícil de colocar.
El maletero tiene sólo 197 litros de volumen, que es muy poco en un coche de su longitud. El acceso al mismo es muy incómodo por que el plano de carga (altura mínima que hay que levantar un objeto para introducirlo al maletero) está muy alto: 72 cm.
A diferencia de otros coches modernos, el Kalos no tiene muchos huecos donde dejar cosas. En el asiento del conductor hay dos bolsillos, uno en el lateral del asiento y otro en la parte trasera del respaldo.
Estas bolsas tienen un acceso muy estrecho y puede ser molesto sacar algún objeto alojado en ellas, porque la mano se queda oprimida en los laterales. He echado en falta un botón para cerrar por dentro el cierre centralizado; para hacerlo hay que presionar el seguro de la puerta del conductor.
Los materiales que Daewoo ha utilizado para recubrir el interior son sencillos, muchos de ellos no tienen un tratamiento para darles un aspecto más refinado. Pese a ello, parecen bien acabados, salvo por detalles como algún borde cortante en las bolsas laterales de las puertas. El Kalos no da menos impresión de calidad que algunos coches europeos, y sí parece mejor que otros, como el Citroën C3.