El Chrysler Sebring sólo tiene motores de gasolina, tanto el sedán como el Cabrio. El menos potente será un 2,0 l que desarrolla 132 CV de potencia a 5.700 rpm y 188 Nm de par a 4.350 rpm. Este motor es el mismo que utiliza también el Chrysler PT Cruiser, con culata de aluminio y doble árbol de levas. A priori, parece algo justo para un coche como el Sebring. Para el 2,0, Chrysler anuncia 200 km/h de velocidad máxima y un consumo medio de 10,2 litros/100 km.
Por encima está el seis cilindros de 2.7 l; es el mismo que utiliza el Chrysler 300 M, pero situado transversalmente. Es un motor con el bloque y laculata fabricados en aluminio, doble árbol de levas y cuatro válvulas por cilindro. Desarrolla una potencia de 203 CV a 5.900 rpm y su valor de par máximo es 255 Nm a 4.900 rpm. Este motor va acompañado con una caja de cambios automática de cuatro velocidades con mando secuencial que en Chrysler denominan «Autostick».
Con este motor, Chrysler anuncia 216 de velocidad máxima en la berlina y poco menos en el Cabrio, 210 km/h. El consumo homologado es de 14,7 litros/100 km en ciudad y 8,2 litros/100 km en carretera para ambos modelos. Que el cuatro puertas tenga casi la misma velocidad máxima que el descapotable indica que la resistencia aerodinámica es semejante en ambos casos. Es decir, o la del descapotable es muy buena, o la de la berlina no lo es.