Las plazas delanteras del Lupo dan una gran sensación de amplitud al tener los cristales y sus marcos lejos de los pasajeros. El puesto de conducción permite encontrar una posición cómoda con facilidad, aunque tiene algunos matices mejorables. El asiento de tipo bacquet y el volante (forrado en piel) se regula en altura, pero sería mejor si se pudiera regular el volante en distancia (su parte superior puede quedar un poco lejos). Los pedales quedan algo desplazados hacia la derecha; están terminados en aluminio y con tacos de goma antideslizante.
La instrumentación se distingue por tener una esfera más entre el cuentavueltas y el velocímetro. Pero, dicha esfera adicional es un reloj analógico y se echa en falta información sobre el aceite (temperatura o presión). La pantalla que indica la hora en el resto de los Lupo, en el GTI marca la temperatura exterior. La lectura de los indicadores me ha parecido mejorable (las grafías son pequeñas y demasiado agrupadas).
Tiene la eventual desventaja de estar homologado sólo para cuatro pasajeros. El diseño de la banqueta posterior es envolvente y la colocación del anclaje de los cinturones de seguridad no da cabida a un pasajero central. Teniendo en cuenta la habitabilidad interior tampoco es de extrañar, si bien dos pasajeros de talla media viajan en la parte trasera correctamente, con una buena altura libre al techo y un espacio para las piernas razonable. La anchura también es holgada para dos adultos, pero sería estrecho para tres. Las cuatro plazas tienen reposacabezas regulables en altura e inclinación.
El acceso a las plazas posteriores no es complicado, siempre que los asientos delanteros no estén muy atrás. El respaldo posterior se abate por partes iguales y tiene dos posibles inclinaciones que permiten aumentar ligeramente el volumen del maletero. En cualquiera de las dos posiciones se va cómodamente.
El maletero es muy pequeño (130 litros), con escasa profundidad y poca altura, tan pequeño que se llena con un par de bolsas de viaje; es imposible meter una maleta grande. Los asientos traseros abatibles permiten aumentar la capacidad de carga (830 litros), pero el espacio sigue siendo pequeño, poco profundo y con un escalón entre el piso del maletero y el respaldo de los asientos abatidos.
La visibilidad desde el interior es buena y casi todos los mandos están bien colocados. Los que no lo están son la palanca de cambios (un poco baja) y los mandos de los elevalunas (retrasados). Los mandos para accionar el climatizador, los retrovisores eléctricos, la luneta térmica y la desconexión del control de estabilidad están situados en la parte baja de la consola central y quedan un poco lejos y apartados de la vista.
Se echan en falta algunos huecos más para dejar pequeños objetos; tenerlos los tiene, pero parecen poco aprovechables (las guanteras de las puertas con una red o el hueco que hay en la parte baja del salpicadero, en donde se mueve de un lado a otro todo lo que se ponga). Bajo el equipo de audio hay dos reposalatas escamoteables.
El equipamiento de serie del Lupo GTI tiene todo lo necesario, pero apenas sobresale frente a otros modelos similares que cuestan menos. Lo más destacable es el control de estabilidad (ESP), cinturones de seguridad en color rojo, climatizador automático (Climatronic), llantas de aleación de 15" con un diseño parecido a las del Audi S3, neumáticos anchos (205/45 VR 15 81) o unos excelentes faros de xenón para cortas y largas, con lavafaros incluido.
El acabado interior es correcto, pero los plásticos utilizados en el salpicadero no me acaban de convencer, sobre todo el plástico rugoso utilizado en la parte superior (áspero y difícil de limpiar). El plástico utilizado en la tapa de la guantera (con llave pero sin luz) tiene mal aspecto, sus anclajes parecen frágiles y con un ajuste mejorable. También hay zonas de chapa sin revestir en el interior (puertas, montantes y techos). La imagen no es mala, pero unos guarnecidos apropiados parecen más adecuados. Se echa en falta un lector de mapas.