Motores y batería
Las versiones de tracción delantera tienen un motor de 204 CV; las de tracción total, dos de 109 CV (218 CV en total). En ambos casos son síncronos de imanes permanentes. Con solo 16 CV de diferencia, las segundas tienen una capacidad de aceleración arrancando desde parado apreciablemente mejor: 7,7 segundos frente a 8,4 en el paso de 0 a 100 km/h. Un Lexus UX 300e (eléctrico de 204 CV y con tracción delantera), acelera en 7,5 s. Un Hyundai IONIQ 5 (eléctrico de 218 CV y tracción trasera), lo hace en 7,4 s.
La batería de iones de litio tiene 71,4 kWh de capacidad, está refrigerada por líquido y Toyota garantiza que su degradación es inferior al 10 % en 10 años o 160 000 y menor al 30 % en un millón de kilómetros en el mismo periodo de tiempo. Está compuesta por 96 celdas, cada una de las cuales tiene una tensión de 3,7 V, lo que da una tensión nominal total de 355,2 V.
La calefacción es por bomba de calor, un sistema más eficiente que por termistores PTC. El techo puede estar cubierto por un panel solar. Toyota no da su potencia (que es pequeña), pero sí una estimación de los kilómetros adicionales al año que puede proporcionar: 1800. Toyota lleva usando un techo de este tipo desde la tercera generación del Prius.
Plataforma
Para construir el bZ4X, Toyota ha empleado la plataforma modular e-TNGA, la cual también usa Lexus en el RZ. Las dos marcas adelantaron algunos detalles de estos modelos definitivos con los prototipos Toyota bZ4X Concept y Lexus LF-Z Electrified.