El Suzuki Splash es un monovolumen de pequeño tamaño, con cinco puertas y cinco plazas. Tiene una buena relación entre precio y equipamiento. Aunque es barato, da una grata sensación de estar bien hecho y tiene detalles cuidados. Mide prácticamente lo mismo que un Peugeot 1007 y mucho menos que un Renault Grand Modus.
Está a la venta desde 10.200 € (todos los precios). El Suzuki Splash y el Opel Agila, son los monovolúmenes de más de 3,6 m de longitud más baratos que hay a la venta. El Lancia Musa y el Peugeot 1007 son más caros. Un Chevrolet Matiz es más barato, pero también es más pequeño y de peor calidad que el Suzuki.
Como la carrocería del Splash es muy alta, su interior da una gran sensación de desahogo y el acceso al interior es muy cómodo. Curiosamente, aunque hay mucho espacio a lo alto, el puesto de conducción se adapta mucho mejor para personas de pequeña estatura que a las altas.
No es especialmente grande en otras dimensiones, por ello, sólo es indicado para cuatro ocupantes. Los dos pasajeros de las plazas traseras pueden ir muy bien porque el asiento trasero es bueno y porque los resposacabezas quedan muy bien colocados. Más impresiones del interior.
Por el momento, hemos probado la versión con motor de gasolina de 1,2 l y 86 CV. El Splash con este motor es satisfactorio para un uso por ciudad, alrededores y para carreteras fáciles. Sería más agradable si tuviese una mejor respuesta a bajo régimen, porque para desenvolverse con soltura en un uso cotidiano, hay que usar el cambio de marchas más de lo habitual.
El Splash con el motor de 1,2 l está limitado para la carretera —sobre todo en aquellos recorridos en los que hay que acelerar a partir de una velocidad alta, por ejemplo, en carreteras secundarias— porque su voluminosa carrocería da una resistencia al avance relativamente alta. La cualidad más interesante del Splash 1.2 es que en un uso normal tiene un consumo bajo y es silencioso. Más impresiones de conducción.
Por motor, las otras variantes del Splash son un 1,0 l de gasolina de 65 CV y un 1,2 l Diesel de 75 CV. Todos los Suzuki Splash se caracterizan por tener un consumo bajo, al menos en el ciclo homologado de consumo (comparativa).
El Opel Agila y el Suzuki Splash son básicamente el mismo coche. El Opel Agila 1.0 más barato cuesta 680 € menos que la versión equivalente del Splash. Esto se debe a que el equipamiento no es el mismo. Si igualamos el equipamiento, el Splash tiene mejor relación entre precio y equipamiento, tanto en la versión básica de gasolina (comparativa), como en la Diesel (comparativa). Al menos de momento, algunas versiones del Splash tiene un descuento de hasta 1.300 € (más información).
La versión más económica se denomina «GL»; las variantes más equipadas «GLS». Todos los Splash tienen airbags frontales y laterales delanteros, radio con lector de CD (compatible con discos MP3), ruedas de 15" y fijaciones «Isofix» en plazas laterales traseras.
Las versiones «GL» Diesel también llevan aire acondicionado, ordenador de viaje y retrovisores exteriores eléctricos y térmicos. Los Splash «GLS» tienen, además de todo lo anterior, cuentavueltas, faros antiniebla, compartimento bajo el piso del maletero y llantas de aleación de 15".
Todas las versiones del Splash puedan tener control de estabilidad: por ello es un coche seguro.
El Splash mide 3,72 m de largo, 1,68 m de ancho y 1,59 m de altura. La distancia entre ejes es 2,36 m (3 cm menos que el Swift).
El Suzuki Splash y el Opel Agila se producen en la planta que Suzuki tiene en Hungría (Magyar Suzuki Corporation). Suzuki también comparte con otra marca (Fiat) la fabricación de dos modelos en esa factoría (Suzuki SX4 y Fiat Sedici).