El Octavia tiene una batalla más bien corta y un voladizo muy largo. En este caso, el efecto de eso es poco espacio para los pasajeros en las plazas traseras y mucho maletero (ese tipo de equivalencias no siempre se cumplen).
En las plazas delanteras no hay problemas de espacio. Es posible encontrar una buena postura al volante, aunque las personas muy altas encontrarán algo justo el recorrido longitudinal del asiento.
En las plazas traseras no hay problemas de altura, tiene la anchura normal (escasa para tres pasajeros) y le falta espacio para las piernas. El Octavia tiene el espacio para las piernas normal en coches como un Citroën Xsara.
El maletero es muy amplio y fácil de cargar, aunque el borde de carga está por encima del suelo del maletero. Tiene buen fondo y altura, pero su gran volumen se debe también a la altura. Le falta algo de equipamiento, como más ganchos para pulpos o redes, y un lugar mejor para llevar los triángulos (los lleva en un lateral).
La banqueta y el respaldo trasero están divididos en dos partes (de proporciones 60/40), que se pueden abatir independientemente. Para hacerlo, es preciso quitar los reposacabezas traseros, y no hay ningún lugar previsto para guardarlos. Aunque se haga bascular la banqueta hacia delante y se abata el respaldo, no queda un fondo completamente plano. En el punto donde pivota el respaldo queda un escalón de cinco centímetros de altura.
El puesto de conducción me parece satisfactorio salvo por dos inconvenientes: la colocación de los mandos del climatizador y la visibilidad hacia atrás.
El climatizador funciona bien y normalmente no requiere manipularlo, una vez se ha seleccionado la temperatura deseada. Pero si hay que hacer alguna pequeña corrección porque el sol es fuerte, si se quiere consultar el termómetro de temperatura exterior y si se quiere conectar la recirculación (no es automática), prácticamente hay que agacharse, sobre todo si la luz da mal.
La visibilidad hacia atrás está muy limitada en tres cuartos por los gruesos montantes, y en cualquier dirección por la gran altura del maletero.
La tapicería me ha gustado, desde un punto de vista funcional. Sujeta bien el cuerpo y deja transpirar aceptablemente.
Para que el aire se renueve satisfactoriamente, aunque sólo viaje una persona y el tiempo no sea húmedo, es preciso conectar al menos la segunda velocidad del ventilador. Cuando se desconecta el sistema de ventilación entra muy poco aire por efecto de la velocidad del coche.
La calidad me parece satisfactoria. Los materiales de recubrimiento son los que se encuentran normalmente en coches de este tamaño y precio, con los mejores plásticos reservados para la zona superior del salpicadero. No he encontrado ningún fallo de ajuste, salvo que los amortiguadores de la tapa del cenicero no funcionaban (el cenicero casi salía despedido).