Hay una diferencia grande en las reacciones del Octavia según el estado de la carretera. Si el suelo es llano, se desenvuelve perfectamente. En esas condiciones es cómodo porque no se balancea mucho. Si la carretera es rápida, responde bien al volante y no abre mucho la trayectoria una vez que está en el apoyo.
Si la carretera es lenta (por trazado), entra suficientemente bien en las curvas y no reacciona con violencia cuando hay que desacelerar en apoyo. No es ningún prodigio de agilidad, pero sí es un coche que se puede conducir bien con el acelerador.
Cuando la carretera es irregular, la carrocería se puede llegar a mover mucho. No son un problema los baches pequeños (de frecuencia alta), que afectan más al neumático que la suspensión. Aunque no es de lo mejor que hay en el mercado, sí me parece menos seco en esas circunstancias que otros coches del Grupo Volkswagen.
Lo que sí le afecta más que a otros coches son los baches largos, como las franjas de cambio de asfalto, los parches grandes (y mal hechos) o las depresiones que se forman cuando el pavimento se hunde. Si pasa por ese tipo de baches en recta, el primer impacto se transmite mucho a los pasajeros, como si los muelles fueran muy duros. Inmediatamente después, hay movimientos muy amplios de la carrocería, sobre todo cuando la suspensión se extiende.
Si este Octavia encuentra ese tipo de baches cuando está en apoyo, se juntan los movimientos de balanceo y cabeceo, de manera que resulta incómodo para los pasajeros y desagradable para el conductor. Lo cierto es que, aunque la carrocería se puede llegar a mover mucho, tampoco pierde la trayectoria con facilidad. Otra suspensión debe ser posible, porque el Toledo en versión Sport no tiene este problema.
No es necesario que el coche vaya muy rápido para que ocurra, en muchas autovías españolas hay baches aislados, e incluso zonas con muchos baches en poco espacio, que pueden sacudir al Octavia aunque vaya a 100 km/h.
El control de estabilidad funciona muy satisfactoriamente en caso de sobreviraje, pero requiere mucho espacio para que sea eficaz en subviraje. No estorba si se pretende llevar un ritmo ágil. La motricidad es buena, pero sería imposible que, con un motor así, no hubiera deslizamiento al acelerar mucho a la salida de las curvas lentas.
Frena bien y tiene un aguante normal, que es suficiente para casi todos los conductores en casi todos los casos. La unidad que hemos probado tenía unos Bridgestone Turanza que —sin ser una maravilla de agarre— me han gustado más que otras veces que he probado estos neumáticos.