El habitáculo del Škoda Citigo es prácticamente igual al del SEAT Mii y el Volkswagen up!, salvo por el diseño de algunos elementos como el volante, la consola, el salpicadero o los mandos. Las diferencias son mayores con respecto al up! porque éste puede tener unas piezas de plástico brillante en el salpicadero (imagen), a juego con la carrocería, que el Citigo y el Mii no pueden llevar. Estos dos últimos tienen un plástico granulado en esa zona que transmite menor sensación de calidad.
El Citigo tiene algunos elementos del habitáculo exclusivos. Son muy prácticos los bolsillos con red que de los laterales de los asientos delanteros (imagen) o el gancho para un bolso de la guantera (imagen) —sale del tirador de apertura—. En el primer caso es una buena solución para tener más huecos para objetos entre los asientos delanteros ya que un aspecto negativo del Mii y el up! es que no tienen muchos espacios para dejar cosas en esa zona.
También puede tener un hueco específico para el teléfono móvil delante de la palanca de cambios —de goma y en forma de vaso, se acopla al hueco para latas de bebidas de la parte baja de la consola (imagen)—, un portafotos en la consola (imagen) y un enganche para tiques en el parabrisas, en la zona central del montante izquierdo (imagen).
El Citigo, como el Mii y el up!, es amplio dadas sus medidas exteriores. Así, cuatro adultos se pueden acomodar sin problemas —está homologado para cuatro ocupantes—, salvo que los dos de las plazas delanteras retrasen mucho su asiento, lo que supondría que el espacio para las piernas detrás fuese escaso. La altura y la anchura también son correctas.
Frente a modelos de similar tamaño, el Citigo es de los más amplios en las plazas delanteras. Las plazas traseras son normales, están en la media, salvo por espacio para las piernas donde está entre los peores (mediciones interiores). A pesar de ello, si por ejemplo, delante se sienta una persona de 1,80 m que no lleve el asiento muy retrasado, atrás hay espacio para una persona de similar estatura.
Posición de conducción, asientos y acceso al interior
La posición de conducción es buena, aunque el volante no tiene regulación en profundidad —sí en altura— y tiene un tacto duro. Todos los mandos están cerca del conductor. La instrumentación da mucha información. Las versiones más equipadas pueden llevar ordenador de viaje con dos parciales.
Los asientos son cómodos y tienen un mullido correcto, que impide que el cuerpo se hunda. Además, lo sujetan bien en las curvas. Los delanteros tienen los reposacabezas integrados. Pueden quedar algo bajos para personas altas, igual que los traseros, que tiene poca regulación. Los cinturones de seguridad delanteros no tiene posibilidad de regulación.
El accesos al habitáculo es sencillo porque las puertas tienen un buen ángulo de apertura, especialmente las delanteras. Las ventanillas traseras de la variante de cinco puertas tienen apertura tipo compás (imagen), menos prácticas que las que se pueden bajar. A ciertas personas les pueden producir mayor sensación de agobio al ser casi fijas.
Ajustes, materiales y equipamiento
Los materiales recuerdan a los de otros modelos de Škoda como el Fabia. No son lujosos pero tienen buenos ajustes. El tacto de todos ellos es correcto. Sobresale el de las palancas que hay tras el volante, similares sino las mismas que llevan otros modelos del Grupo Volkswagen mucho más costosos. La mayoría de piezas son de plástico duro, menos agradables al tacto que las de plástico blando. Todas las piezas están bien terminadas, sin bordes afilados.
El Citigo puede tener, igual que el Mii y el up!, dos elementos de equipamiento interesantes: «City Safe System» y «Move & Fun». El «City Safe System» (105 €) es un dispositivo que frena el coche de forma automática si detecta la presencia de un obstáculo cuando circula hasta de 30 km/h. Funciona entre 5 y 30 km/h mediante un láser que mide la distancia con el vehículo precedente. Éste tiene que estar, como máximo, a 10 metros para que el dispositivo lo detecte. Tiene una capacidad de frenado de 10 m/s² (la misma, más o menos que se obtiene si se pisa el pedal del freno con toda la fuerza posible).
Si cuando detecta el objeto y circula de 5 a 20 km/h es capaz de parar el coche por completo. Entre 20 ó 25 km/h y hasta 30 km/h minimiza las consecuencias del impacto, pero no detiene el coche por completo. Yo lo he probado varias veces por debajo de 25 km/h y siempre ha conseguido detener el coche. Es un sistema efectivo para evitar las colisiones por alcance a baja velocidad que en ocasiones se dan en ciudad y atascos. Se puede desconectar mediante un botón que hay en el salpicadero.
El «Move & Fun» es un navegador portátil que va ubicado en la parte superior del salpicadero (imagen). Tiene una pantalla táctil que permite manejar, además del navegador, la conexión Bluetooth, el equipo de audio y el ordenador de viaje. También es posible consultar la temperatura del motor y el cuentarrevoluciones en unos gráficos de mayor tamaño que los de la instrumentación. Hay más información sobre este dispositivo en las impresiones del interior del Volkswagen up! y en este vídeo del SEAT Mii.
Huecos para objetos y maletero
En el habitáculo no hay demasiados huecos para dejar las cosas que se suelen llevar encima, como unas llaves, la cartera o el teléfono móvil, principalmente porque la zona entre los asientos delanteros está desaprovechada. Los espacios de las puertas son estrechos y largos delante y pequeños detrás.
Otros huecos para objetos son los que hay delante de la palanca de cambios, en los laterales de los asientos delanteros —con red (imagen)— y el que hay tras la palanca del freno de estacionamiento, de forma circular. La guantera tiene varios compartimentos específicos para determinadas cosas, como uno para unas gafas, otro para un bolígrafo o varios para dejar unas monedas.
El Citigo tiene una capacidad de maletero de 251 litros, idéntica a la del Mii y el up!. Es un volumen superior a de, por ejemplo, un Renault Twingo (230 litros) y un KIA Picanto (200 litros). Un Suzuki Alto y un Nissan Pixo tienen casi la mitad de capacidad que el Citigo: 129 litros (listado comparativo). Es posible ampliar la capacidad de carga reclinando los respaldos de los asientos posteriores, en una proporción 60/40. En ese caso el volumen disponible es de 959 litros.
A diferencia del up!, el Citigo no puede tener un doble fondo para el maletero, por lo que el piso de carga queda muy profundo. Como consecuencia, si se abaten los respaldos posteriores no quedan enrasados (imagen) con el maletero. Al menos los respaldos sí que quedan totalmente horizontales, no más elevados por la zona más próxima a los asientos delanteros. La operación para reclinar los respaldos de los asientos posteriores requiere poco esfuerzos porque éstos pesan poco.
El maletero tiene formas regulares y es fácil de cargar porque el bode queda bajo (mediciones del maletero). La bandeja cubrequipaje no va sujeta al portón mediante unas cintas pero se puede levantar y dejar fija (imagen) para poder cargar el maletero cómodamente. Hay que acordarse de bajarla porque sino impide la visión del conductor a través del retrovisor interior —ocupa prácticamente toda la luneta—.
En el maletero del Citigo no hay un plafón de iluminación ni unos cajones en los que poder dejar pequeños objetos. Sí hay cuatro perchas para bolsas. Bajo el piso está la rueda de repuesto (imagen), más estrecha que las otras cuatro —en las versiones con neumáticos de serie de medidas 175/65 R14—. Casi todo el maletero está sin tapizar, con la chapa a la vista. El portón no es pesado, por lo que resulta fácil de cerrar.