El habitáculo es amplio para cuatro adultos. En las plazas traseras dos personas viajan bien porque tiene mucha altura libre al techo y más espacio para las piernas de lo que es habitual en coches de este tipo. Como tiene poca anchura en las plazas traseras es poco recomendable para transportar a tres adultos. En cierta medida, el interior del León no da mucha sensación de espacio en relación a algunos coches—por ejemplo en relación a un Volkswagen Golf— porque la superficie lateral acristalada no es grande.
El puesto de conducción es correcto para personas de diferentes tallas, dada la amplitud de los ajustes del volante y del asiento. El resposapies —de plástico, con una pegatina que imita el aluminio— cumple muy bien su función ya que tiene una superficie firme de gran tamaño. Algunos coches tienen un reposapies que no es totalmente firme. El acelerador está articulado en el suelo.
Los asientos delanteros son muy buenos: tienen un relleno firme y recogen bien el cuerpo, tanto las piernas como la espalda. Llevan los reposacabezas integrados. Opcionalmente, pueden estar tapizados en piel de color negro con costuras de color blanco en forma de rombos (imagen). No he probado los asientos de piel; no sé si sujetan tan bien el cuerpo como los de tela.
El asiento del conductor y el del pasajero tienen regulación en altura y no pueden tener regulación lumbar ni ajuste eléctrico. La parte trasera de los respaldos está cubierta por un plástico de color negro, sin redes para guardar objetos.
Ahora el volante va achatado por su parte inferior. Al no tener forma completamente circular, puede resultar incómodo cuando se coloca ahí la mano. Además, como esta superficie achatada es de plástico duro (simula ser aluminio), da peor tacto y adherencia que el resto del volante, forrado en piel. Las costuras son con hilo de color gris en vez de rojo, como en la versión anterior.
El pomo de la palanca de cambios es específico para esta versión (imagen). Me gusta más que el del modelo anterior porque es redondo y se amolda mejor a la mano.
El navegador, en caso de que lo tenga, para mi gusto es incómodo de utilizar porque la pantalla no es táctil y hay que seleccionar todas las funciones o caracteres mediante un mando giratorio. Además, está situado en una posición muy baja, que requiere retirar la vista de la carretera para poder consultarlo (aunque este problema queda parcialmente resuelto porque ciertas indicaciones del navegador también pueden aparecer en una pequeña pantalla en el ordenador de viaje).
Tiene tres huecos porta-vasos (uno al lado de la palanca de cambios y otros dos entre los asientos) con el fondo terminado en plástico rugoso, pero duro. Hay un solo hueco para depositar objetos con el fondo de goma (para evitar ruidos molestos en caso de dejar, por ejemplo, unas llaves o monedas).
Detrás del botón de las luces de emergencia tiene dos tomas para fuentes de sonido externas (USB y «mini-jack»), que tienen una pequeña tapa deslizante, con desplazamiento horizontal, imagen y están iluminadas para facilitar su localización en la oscuridad.
El León Cupra tiene, además de los cambios que recibe toda la gama León de 2009, el cuadro de instrumentos con el fondo de color gris y la numeración en blanco (imagen). El modelo anterior tenía el fondo del velocímetro y del cuentarrevoluciones de color blanco y la numeración en negro, (imagen).