La principal diferencia de la versión familiar del Panamera con relación al Panamera berlina es la posibilidad de llevar a una persona más en el asiento posterior. Conviene calibrar bien qué ofrece Porsche con esta posibilidad, porque la plaza trasera adicional sólo se puede considerar como tal para trayectos cortos y personas jóvenes de determinada estatura. No es una plaza apta para cualquier niño que no requiera llevar sillita, o para personas de baja estatura en general, porque para ir en ella con un mínimo de comodidad es imprescindible no sólo tener suficiente movilidad como para colocarse en ella, sino, además, llegar bien con los pies al suelo para mantener la estabilidad en marcha.
Porsche no denomina la Panamera Sport Turismo como un coche de 5 plazas, sino como un coche de 4 + 1 plazas. Esta denominación marquetiniana, que puede suponer hasta un valor añadido en un deportivo como el 911, cuando le atribuyen el calificativo de 2+2 plazas, puede suponer un fastidio serio para un coche «familiar» en el que sean necesarias cinco plazas.
Para acceder a la plaza del centro es necesario superar un obstáculo para pasar los pies de un lado al otro de la consola central (más información en el blog Teletransporte) y, una vez sentado sobre el estrecho asiento, aguantar sin caerse sujeto únicamente con el cinturón de seguridad y con la fuerza de los pies contra el suelo, porque no hay ningún tipo de sujeción lateral en la que apoyar la espalda ni las nalgas.
No se puede considerar propiamente un asiento, sino un sucedáneo de transportín, que puede ser aprovechado por cualquier persona que sea lo suficientemente ágil y elástica para subirse a él, con buenos abdominales para mantener el equilibrio lateral y suficientemente alta como para llegar con los pies al suelo en donde apoyarse para no perder el equilibrio en las curvas. No hay otra forma de mantenerse vertical en ese asiento que con los pies bien apoyados en el suelo, por lo que seguramente tampoco sea un asiento aprovechable por personas (niños incluidos) de menos de 1,6 metros de estatura.
No es ni bueno ni malo que sea así. Pero conviene tenerlo claro porque el mayor valor añadido que ofrece el Panamera Sport Turismo sobre el Panamera, parece más una excusa para hacer una carrocería diferente que un valor añadido. De hecho, existe la posibilidad de que algún día se ofrezca esta «quinta plaza» en el Panamera berlina.
Hay otros dos motivos que puedan justificar la adquisición de un Panamera Sport Turismo frente a un Panamera. El primero de ellos es un maletero más fácilmente utilizable por su mayor volumen (20 litros más o aproximadamente un 5%), mayor altura libre hasta el techo y un borde de carga más bajo (63 frente a 80 cm; imagen del maletero). Sin embargo, si de verdad es necesario un maletero voluminoso y con buena altura hasta el techo, el Panamera familiar difícilmente podrá cubrir esas necesidades. No es un coche especialmente alto por dentro ni con un maletero de anchura especialmente aprovechable. Para llevar dos bolsas de golf o esquies no hace falta optar por la versión familiar.
El único otro motivo que veo posible es puramente estético. La carrocería del Panamera familiar es suficientemente diferente a la del Panamera como para que alguien la prefiera por una cuestión de diseño.
El portón posterior es eléctrico en todas las versiones tanto para la apertura como para el cierre y puede accionarse sin manos, siempre que la persona que lleve la llave del coche haga un movimiento con el pie, a guisa de patada, bajo el maletero del coche. Al abatir los asientos posteriores, la superficie del respaldo queda enrasada con la del maletero.
Salvo por la altura para la cabeza que es mayor (cuatro centímetros, comparando versiones con techo de cristal), el resto de cotas de las plazas posteriores es idéntica a las del Panamera berlina, si bien la entrada y salida del coche resulta más cómoda por la mayor altura de las puertas.
Las plazas delanteras y todos los elementos de conducción son idénticos a los del Panamera. El interior del Panamera Sport Turismo, como es tradición en Porsche, está realizado con esmero y una elevada calidad en todos los remates, ajustes y materiales empleados (impresiones del interior del Panamera berlina).