Porsche mantiene el cambio Tiptronic de cinco relaciones. Pregunté los motivos y me aseguraron que no hay en el mercado un cambio de seis marchas que pueda acoplarse en el 911 y que resista sus valores de par motor. Es una lástima, porque hay cambios automáticos de seis marchas van muy bien y al Carrera S le vendría bien esa relación adicional.
En el Porsche Carrera S se puede elegir entre llevar la palanca en posición manual o automática. No se puede subir o bajar marchas mediante la palanca, para hacerlo es imprescindible utilizar los botones situados en los radios horizontales del volante. No es un sistema que me guste y al que supongo que hay que acostumbrarse. «En el Cayenne tenemos el doble sistema —contesta un ingeniero de Porsche— con mandos en el volante y en la palanca. En el campo puede ser útil. Pero un turismo es diferente. No tiene sentido duplicar el número de mandos» Yo le argumento que «quizá, pero que para cambiar en curvas, cuando el volante está girado, atinar con el botón correspondiente resulta complicado». Respuesta: «Nuestros pilotos han detectado que nunca se usa el cambio en curvas cuando el volante está girado más de 90 grados y hasta 90 grados se pueden utilizar los botones del volante, porque las manos todavía no se separan del aro».
Creo que es posible darse cuenta a mitad de una curva, especialmente a ritmo de paseo, que sería mejor introducir una marcha más corta. O en general, reducir o pasar a una marcha más larga, en mitad del giro, porque uno no está a gusto con el régimen de giro del motor. Es cierto que no es frecuente y que quizá no tenga sentido poner mandos para situaciones excepcionales. Sea como fuere, en alguna ocasión he querido cambiar de marcha y me ha sido imposible, porque no he encontrado el botón. Y si lo encuentras puede ser peor, porque es fácil darle al de subir marcha cuando lo que uno quiere es bajar, o al revés.
Los cambios se suceden con rapidez, pero con retraso desde el momento que se da la orden. No es un problema de la velocidad de paso de una marcha a otra, sino de elegir el momento preciso para cambiar. Si se pulsa la tecla con algo de antelación al momento en el que se va a desear cambiar, el cambio se produce satisfactoriamente. Pero ese desfase enturbia un poco la satisfacción.
Si se pone la caja en modo automático y se presiona la tecla «Sport» ( Paquete Sport Chrono Plus, opcional por 819,20 € en ambas versiones), cuando llega a régimen máximo el paso de una marcha a otra se produce automáticamente y con una rapidez pasmosa, casi tanto como con un cambio tipo DSG. Cuando no interviene la voluntad del conductor, y por tanto no hay retraso entre el momento de la solicitación y el del cambio, se aprecia la enorme velocidad a la que cambia. Si se desactiva la tecla Sport, el cambio se produce con menor rapidez, y con el mismo retraso.
Con la palanca en posición «Automático» se pueden manejar las teclas del volante para elegir marcha, por lo que pasa a cambio manual durante un periodo de tiempo.
Con el cambio en posición manual, al llegar al régimen de corte del motor, no pasa a una marcha superior cuando está activada la tecla «Sport», por lo que se puede circular continuamente en la zona de corte del motor.
Esto puede servir en para que no cambie a una marcha superior si el conductor prevé que inmediatamente será necesaria la inferior. Por ejemplo, si para que el coche no cambie a tercera si está muy próxima una cuva que se quiere hacer en segunda.
Durante el recorrido por el que conduje el Carrera S Tiptronic no paró de llover, en algunos momentos con fuerza. En la carretera había charcos pero no se produjo aquaplaning en ningún momento, a pesar de los anchos neumáticos, ni tampoco pérdidas de tracción notables. Sobre agua sí noté la entrada del sistema de control de tracción, al acelerar, y también el control de estabilidad. Sobre agua he ido con el botón Sport conectado y con la suspensión deportiva desconectada. Los frenos de esta unidad eran de hierro, no cerámicos.
El botón Sport influye en un tacto diferente del acelerador, da mayor retención del motor, retrasa la entrada del control de tracción, del control de estabilidad y del ABS. En los coches con cambio Tiptronic, además, se pasa de una relación a otra a un régimen mayor número y con más rapidez. En agua esto se nota; el coche derrapa, si bien sólo ligeramente. Lo mejor es que el motor no deja de suministrar potencia en esta situación y sigue acelerando mientras se produce un ligero derrapado. Limita el par que llega a las ruedas, pero no lo elimina totalmente, por lo que se puede seguir acelerando y controlar el coche con relativa facilidad con la ayuda del control de estabilidad. No son cruzadas de atravesar el coche en la carretera (supongo que no se puede, no lo intenté) pero sí permite sobrepasar ligeramente el límite de agarre sin que se reduzca notablemente la fuerza del motor, que puede ser mucha porque la motricidad es muy buena, incluso en mojado.
Se pueden apreciar ligeros bloqueos de las ruedas al frenar. Con el suelo mojado la sensación era muy buena, con mucha sensibilidad en el pedal, dirección y suspensiones para saber qué está ocurriendo en cada rueda.