El Porsche 911 con tracción a las cuatro ruedas, carrocería cupé y motor atmosférico está disponible en versión de 325 CV (Carrera 4) y de 355 CV (Carrera 4S). La diferencia de precio entre ambos es 11.500 € (precio, ficha y equipamiento de todas las versiones).
Puede compensar pagar esa diferencia de precio por el Carrera 4S; tiene mayor equipamiento de serie, 30 CV más de potencia y mejores frenos y suspensión. Esas diferencias hacen que el Porsche 911 Carrera 4S sea superior al 911 Carrera 4 desde el punto de vista de las cualidades dinámicas.
Una parte relativamente importante de estas diferencias entre una versión y otra se debe a que el «S» tiene de serie la suspensión adaptativa «PASM»; en el otro modelo es opcional. Si se añade este elemento en la versión 911 Carrera 4, se reducen las diferencias de estabilidad entre ambos modelos. De hecho, es una de las opciones más interesantes, porque permite tener una amortiguación blanda cuando es posible (relativamente cómoda) y muy dura cuando es necesario. Si se ajusta en el modo más duro, contribuye a que en las zonas de curvas los movimientos de carrocería sean más precisos y contenidos, y a que el coche transmita más confianza.
Tanto el 911 Carrera 4 como el Carrera 4S son coches de referencia para un uso deportivo en este nivel de prestaciones. Se distinguen, sobre todo, por su facilidad para entrar en las curvas, su agarre y su frenada, incluso con los frenos de serie (a la que no llegan el resto de los fabricantes).
Sus cualidades dinámicas no se deben al sistema de tracción total del Carrera 4, al menos en condiciones normales de adherencia. Este elemento se nota poco en estas versiones del 911 por dos razones: primera, el sistema tracción total que utiliza Porsche, por su construcción, transmite poca fuerza a las ruedas delanteras (más información). Segundo, incluso en las versiones 911 de tracción trasera, la motricidad ya es extraordinaria y normalmente no hace falta más. El sobrecoste que supone la tracción total son 6.742 €, que se pueden emplear mejor (salvo que se vaya a utilizar por carreteras deslizantes) en otros elementos de equipamiento .
El 911 tiene unas reacciones peculiares, que dificultan su conducción. Pese a todo, Porsche ha conseguido que conducirlo de forma medianamente rápida sea algo relativamente asequible para un conductor normal. Un Audi R8 es claramente menos exigente en un buen número de circunstancias (no en todas).
El 911 es funcional en el uso cotidiano. Tiene buena visibilidad, no pega en el suelo con facilidad (otra cosa es la versión Turbo) y gira en poco espacio. Los deportivos de este nivel (salvo el BMW M3) son generalmente incómodos de utilizar en ciudad, en parte a causa de su reducida visibilidad, como un Audi R8, un Corvette y los Ferrari de motor central.
Por funcionalidad, el BMW M3 supera al 911, porque tiene espacio para cuatro pasajeros y un maletero mayor.
Aunque el 911 Carrera 4S es un deportivo relativamente ligero, no llega a ser tan veloz en aceleración que coches más potentes y pesados, como un BMW M3 o un Audi R8 (ambos de 420 CV).
Carece de algunos elementos que deberían ser equipo de serie en un coche de este precio. También permanecen algunos inconvenientes del anterior 911 (código 996), principalmente la elevada sonoridad interior (aunque menor que la de un Cayman) o las peculiares reacciones, a las que hay que adaptarse.