El Porsche 911 GT2 es básicamente un 911 Turbo, pero con dos cambios importantes: tiene tracción trasera en lugar de tracción total y es más potente (da 530 CV a 6.500 rpm, en lugar de 480 CV a 6.000 rpm). Sólo estará disponible con cambio manual de seis velocidades.
Puede acelerar hasta 100 km/h en 3,7 segundos y alcanza una velocidad máxima de 329 km/h. Hay pocos coches a la venta en España que tengan unas prestaciones tan rápidas; los que son tan rápidos como el 911 GT2 lo consiguen con un motor más potente, como por ejemplo, el Ferrari 599 GTB F1 de 620 CV (330 km/h y 3,7 segundos), el Lamborghini Murciélago con 579 CV (330 y 3,8 segundos) y el Mercedes-Benz SLR McLaren Coupé con 626 CV (334 km/h y 3,8 segundos).
Que el Porsche 911 GT2 alcance prácticamente la misma velocidad punta con menos potencia quiere decir que tiene menos resistencia aerodinámica.
Que acelere igual que coches más potentes (al menos en esa medición) se debe, al menos, a que es más ligero. El 911 pesa 1.515 kg (en condiciones de homologación, que son 75 kg más al peso según norma DIN). El Lamborghini Murciélago pesa 1.650 en las mismas condiciones, mientras que el Mercedes-Benz y el Ferrari pesan 1.768 y 1.765 kg respectivamente.
Un Porsche 911 GT2 pesa 1.515 kg, 145 kg menos que el 911 Turbo. Porsche ha tomado varias medidas para bajar el peso: la principal es que el 911 GT2 tiene únicamente tracción a las ruedas traseras en lugar de tracción total. Además, en el GT2, el silencioso trasero y las salidas de escape están fabricados de titanio (en lugar de acero inoxidable). Los discos que tiene de serie el GT2 son cerámicos (PCCB). El efecto de este tipo de frenos, es doble: además de ahorrar peso no suspendido respecto a los discos de freno de fundición (unos 20 kg), pueden mejorar la resistencia al calentamiento en un uso muy exigente.
El 911 GT2 tiene ruedas de 19 pulgadas con neumáticos delanteros 235/35 ZR y 325/30 ZR 19 los traseros. También tiene de serie la suspensión de dureza variable (PASM).
El bloque motor que tiene el Porsche 911 GT2 es el que tiene el 911 Turbo. La ganancia de potencia se debe a modificaciones en los dos turbocompresores de geometría variable (la rueda del compresor es mayor para que dé una mayor presión y el flujo de aire dentro de la carcasa de la turbina ha sido mejorado), y en el colector de admisión, que tiene diferentes características. Un efecto de estos cambios es que, según Porsche, el consumo a plena carga del 911 GT2 es un 15% inferior al de un 911 Turbo (a pesar del aumento de potencia).
Con respecto a un 911 Turbo, el GT2 tiene cambios en algunos elementos de la carrocería, como los paragolpes y el alerón (de mayores dimensiones). El volante es de piel vuelta y aparece la denominación GT2 en el fondo del cuentarrevoluciones.