El aspecto del salpicadero y los paneles interiores de las puertas del 911 Carrera actual difieren completamente del anterior.
Todos los elementos tienen formas nuevas y ha cambiado el emplazamiento de botones. Ha aumentado el número de botones en el salpicadero y se han eliminado todos los que estaban situados en la consola central, entre los dos asientos.
La impresión de calidad es absoluta. Cada remate, cada pespunte parece ejecutado con esmero. El ajuste y los materiales que cubren el interior tienen un aspecto impecable. Lo único inconcebible es que el soporte del teléfono móvil siga situado frente a la rodilla izquierda del pasajero. Se ha recolocado, ahora no es tan voluminoso y está puesto a mayor altura, por lo que disminuye el riesgo de impacto con la pierna. Aun así, resulta poco elegante y aparatoso. Los botones de la consola central son algo pequeños y están demasiado juntos para que puedan ser manejados con comodidad mirando sólo de reojo.
Los nuevos paneles del interior roban entre uno y dos centímetros de anchura para los hombros, según nuestras mediciones. Dos personas delante, aunque no tengan sensación de amplitud, viajan cómodamente. Detrás, el espacio para las piernas no cambia, a pesar de que han adelantado 10 mm la posición de los pedales.
Los asientos deportivos opcionales (416 €) son muy recomendables porque puede regularse la anchura del respaldo, para que sujeten mejor. La banqueta puede situarse muy baja. A diferencia del anterior 911 Carrera, el volante puede regularse también en altura, además de en profundidad.
El maletero es ligeramente mayor que en la versión anterior. A cambio ha desaparecido la rueda de repuesto, que se ha reemplazado por un kit para reparar pinchazos.