El Opel Astra con motor Diesel de 1,7 litros y 101 CV de potencia está disponible en tres niveles de equipamiento «Enjoy», «Cosmo» y «Elegance», con un precio entre 18.585 y 20.435 €. Tabla comparativa de las tres versiones.
Si lo que se valora principalmente es un precio de adquisición bajo, hay mejores alternativas: un Honda Civic 5p 1.7 CTDi S, un Ford Focus 5p Trend 1.8 TDCi 100cv o un Seat Córdoba (que tiene carrocería de cuatro puertas). Tabla comparativa de precios.
Ahora bien, en el Astra existe la posibilidad de poner, desde la versión más económica, muchos elementos de equipamiento que habitualmente no están disponibles en coches de este tipo o en sus versiones más baratas. Entre esos elementos (algunos de ellos muy interesantes) están un sistema de control de la presión de los neumáticos, un navegador con altímetro, la suspensión variable o deportiva, un sistema de faros con iluminación en curva, teléfono, climatizador o automatismos para luces y limpiaparabrisas.
Otro motivo que puede justificar el alto precio de Astra con respecto a sus competidores es lo cuidado que está hecho el interior, por recubrimientos y aspecto de solidez. Hay otros coches más costosos que no pueden tener un equipamiento más abundante, y tampoco aparentan más calidad que el Astra, como por ejemplo un Volkswagen Golf.
Independientemente de otros factores, un motivo para escoger los acabados «Cosmo» o «Elegance», es que tienen de serie unos asientos buenos, que no puede tener el «Enjoy» ni opcionalmente.
El motor Diesel de 101 CV de potencia no tiene ningún aspecto claramente negativo, pero tampoco hay nada que lo distinga de otros de la competencia.
Lo peor es que resulta ruidoso y hosco rodando o acelerado a baja velocidad. Por el contrario, es silencioso una vez que se engranan las marchas más largas; de hecho, a alta velocidad lo único que se escucha es el aire.
No tiene un consumo especialmente bajo ni unas prestaciones brillantes; es igual de rápido en aceleración máxima) que el Astra 1.6 con motor de gasolina y 105 CV de potencia. En carretera, el Diesel puede ser más cómodo de utilizar porque gana velocidad mejor desde marchas largas y porque hace menos ruido una vez se alcanza una cierta velocidad constante.
Por el contrario, el gasolina es más agradable en ciudad; hace menos ruido, vibra menos y comienza la marcha más fácilmente (desde un semáforo, por ejemplo), sobre todo si la comparación se hace con calor y con el aire acondicionado puesto. La diferencia entre uno a igualdad de equipamiento es 1.500 €, favorable al de gasolina.
La seguridad activa está al mejor nivel por adherencia y facilidad de conducción, siempre que se añada el control de estabilidad, que es opcional. La suspensión que tiene de serie (que no es tan suave como en algunos de sus rivales) da un resultado muy bueno. Opcionalmente puede tener el «Pack Sport Chasis» (que incluye, entre otras cosas unos muelles más cortos) y el «IDS+», al menos esta última opción, no da ventajas claras desde el punto de vista de la efectividad, seguridad o tacto.