El Mercedes-Benz E 63 AMG es la versión más potente y de características más deportivas del Clase E. Se distingue del resto de la gama principalmente por el motor, la caja de cambios y algunos detalles que modifican su aspecto exterior e interior.
Desde mediados de 2011 llevará un motor V8 de 5,5 litros de cilindrada y doble turbocompresor que da 525 CV. Es el mismo que tiene el CLS 63 AMG (información técnica). Reemplazará al motor V8 de 6,2 litros e igual potencia que lleva el E 63 AMG desde que llegó al mercado en julio de 2010. Hay un paquete opcional («AMG Performance») que hace que el motor llegue a 557 CV. Además de la potencia, hay otras diferencias entre los dos motores de 525 CV, la más importante el consumo (más información).
En su momento probamos la versión V8 6.2 de 525 CV. De su motor, me quedo con cómo suena más que por el empuje que da, que es grande pero no mayor que el de otros coches de potencia parecida. Da un empuje constante y muy intenso, quizás no tan explosivo como se podría esperar de un motor de 525 CV. En cualquier caso es un coche con el que se puede viajar rapidísimo por casi cualquier tipo de carretera y con el que puede ser muy difícil no superar los límites de velocidad impuestos en nuestro país a poco que uno no vaya muy atento al velocímetro.
Un punto fuerte del E 63 AMG es la suspensión. Aunque firme, resulta razonablemente cómoda para viajar confortablemente y, si se desea, basta con pulsar un interruptor para endurecerla más y hacer que la carrocería se mueva todavía menos en fuertes apoyos. De todos modos, como coche para viajar muy rápido hay mejores opciones dentro de la gama Clase E: el E 63 AMG es el más incómodo en un término amplio de la palabra. Un E 500 es más cómodo de suspensión, más silencioso y tiene unos asientos más confortables. Si de lo que se trata es de ir rápido por una carretera lenta, el E 63 AMG es más recomendable porque los Clase E que hemos conducido hasta el momento son claramente menos ágiles (más que los Clase E modelo 2008).
Comparado con un Audi RS 6 —que es lo más parecido que hemos conducido recientemente—, el E 63 AMG tiene mejor relación entre comodidad y estabilidad, es menos rápido, más ágil y, sobre todo, tiene una caja de cambios mucho mejor, llamada «AMG SPEEDSHIFT MCT» (más información).
Está en venta por 120.000 € con carrocería de cuatro puertas —E 63 AMG Berlina— y por 123.350 € con carrocería familiar —E 63 AMG Estate—.
El precio exacto de la unidad que hemos probado es 139.907,36 € ya que incluía algunas opciones como los faros «ILS» (alumbrado activo), el «Comand APS» (sistema de navegación con reconocimiento de voz «Linguatronic»), el dispositivo de visión nocturna y el techo corredizo panorámico, como elementos más costosos de una lista de 16 opciones.
El precio total podría incrementarse mucho más puesto que, entre las opciones, hay elementos exclusivos para esta versión de cuantía muy elevada como el «Performance Package», los frenos cerámicos, el «paquete carbono exterior AMG» y el «Drivers package AMG» (más información al final de página). El equipamiento relacionado con la seguridad es similar al de cualquier otro Clase E (más información).
En el momento de escribir esta información, BMW no comercializa el M5, aunque ha presentado un prototipo que adelanta cómo será (BMW Concept M5), así que las alternativas más claras al E 63 AMG son el Audi RS 6, el Cadillac CTS-V 6.2 V8 Supercharged, el Jaguar XF 5.0 V S/C XFR y el Porsche Panamera Turbo. El Mercedes-Benz es claramente más económico que el Porsche pero más costoso que el Jaguar y el Cadillac (ficha comparativa).
La diferencia más significativa entre las dos versiones de carrocería del Clase E AMG, es que el familiar tiene un maletero muy grande: 695 litros (más información). Son 155 litros más que el del Clase E Berlina (más información).
Diseño y paquetes opcionales específicos
Respecto a otras versiones del Clase E, el paragolpes delantero es más bajo y tiene unas tomas de aire más amplias. En él están colocadas las luces de marcha diurna de leds. Los faldones laterales y el difusor trasero son específicos de esta versión. Las aletas delanteras son 17 mm más anchas que en cualquier otro Clase E y tienen la inscripción «6.3 AMG»—de julio de 2010 a mediados de 2011— o «V8 Biturbo» —desde mediados de 2011—.
En el interior son diferentes los asientos y los mandos («AMG DRIVE UNIT») que hay junto a la palanca de cambios (imagen). Sirven para ajustar el funcionamiento de la caja de cambios, la suspensión y el control de estabilidad. En el cuadro de instrumentos y en el umbral de las puertas también hay detalles específicos de esta versión. Desde mediados de 2011, el pomo de la palanca del cambio tiene una forma diferente: pasa de ser redonda (imagen) a ser rectangular (imagen). En el apartado de Impresiones del interior hay más información sobre el habitáculo.
Hay varios paquetes de opciones disponibles únicamente para el E 63 AMG. Uno es el denominado «AMG Performance» que incluye una suspensión más firme, un diferencial autoblocante trasero (ajustado al 40%), un alerón sobre la tapa del maletero, un volante de tres radios y llantas de 19” (con neumáticos 255/35 delante y 285/30 detrás). Desde mediados de 2011 también incluye el incremento de potencia del motor hasta 557 CV. Algunos de estos elementos se pueden adquirir por separado.
Otro, el «Paquete carbono exterior AMG». Consta de los siguientes elementos fabricados de fibra de carbono: deflector en el paragolpes delantero, carcasas de los retrovisores, alerón sobre la tapa del maletero y aplique en el faldón trasero.
El «Drivers package AMG» aumenta la limitación de la velocidad máxima de 250 a 300 km/h e incluye un curso de conducción denominado «AMG Basic Power & Passion».
Desde verano de 2010, la parte superior del salpicadero y de las puertas están tapizadas de piel en vez de ir recubiertas de plástico.
Precio del seguro
Asegurar a todo riesgo un vehículo de las características del Clase E 63 AMG no es muy económico. Así, por ejemplo, en nuestro comparador de seguros aparecen cuatro resultados para este supuesto: conductor casado de 45 años con más de 25 de carné y seis sin siniestros, que resida a las afueras de Madrid, estacione en un garaje individual y recorra hasta 20.000 km al año. La póliza de mejor relación entre calidad y precio es la de Mapfre —6,82 sobre 10—. Además, es la de menor precio (2.643 €).
Un seguro a todo riesgo con franquicia se puede obtener desde 1.650 € —franquicia de 900 €— con la Mutua Madrileña. O desde 1.691 € con Mapfre —franquicia de 600 €—.