He probado un Mercedes-Benz CLA 220 CDI Shooting Brake con el cambio automático 7G-DCT y la línea de equipamiento opcional AMG Line (desde julio de 2015, las siglas «CDI» quedan sustituidas por una «d», más información). Esta versión tiene un motor Diesel de cuatro cilindros, 2,1 litros cilindrada y 177 caballos colocado en posición transversal (la tracción es mediante las ruedas delanteras). Las vibraciones que produce su funcionamiento llegan muy atenuadas al interior (se notan muy ligeramente en el volante) y su sonido, aunque es manifiestamente de naturaleza Diesel, no me parece molesto.
La versión 220 BlueTEC del Clase C tiene el mismo motor, pero con 170 CV y colocado en posición longitudinal (la tracción es en las ruedas traseras). En este coche las vibraciones son mayores, como Enrique Calle anotó de la siguiente manera en la prueba del Clase C Estate: «Yo, que no me suelen molestar las vibraciones de los motores Diesel, ni suelo desconectar el Stop&Start, en este caso sí lo hice. Cada vez que se pone en marcha en motor, o se apaga, la carrocería se mueve sobre su eje longitudinal». En el CLA Shooting Brake el arranque y la parada del motor debido al Start&Stop (que no se producen con especial rapidez) se dan sin ese vaivén.
Este motor mueve con mucha soltura al CLA Shooting Brake y permite hacer adelantamientos rápidos aun transportando carga. La unidad probada ha tardado 5,5 segundos en acelerar de 80 a 120 km/h, un resultado muy bueno para su potencia y que iguala el que obtuvimos con el SKODA Octavia Combi RS 2.0 TDI y mejora el del BMW 320d (ambos con 184 CV; tabla comparativa de prestaciones), a pesar de que el Mercedes-Benz es 60 kg más pesado que ambos (ficha comparativa).
No sólo es rápido, sino que también es eficiente en el uso del combustible. El gasto en nuestra prueba habitual de consumo —144 km por una autopista con constantes cambios de nivel y recorridos a una media real de 120 km/h— fue 5,3 l/100 km. Este valor iguala al que obtuvimos con el BMW 320d Gran Turismo (184 CV), el Jaguar XE 2.0 Diesel (180 CV) y el Mercedes-Benz C 220 BlueTEC (170 CV), que son los tres modelos de tamaño y potencia próxima al CLA Shooting Brake (aunque de diversa tipología) que menos han consumido (de los que hemos probado).
La versión 220 CDI (220 d desde julio de 2015) va ligada invariablemente al cambio automático de doble embrague y siete relaciones 7G-DCT, cuyo funcionamiento resulta muy satisfactorio por la suavidad y rapidez con que trabaja. No obstante, en maniobras a baja velocidad y, en general, en circulación urbana, es menos suave y sedoso que el cambio automático de convertidor de par 7G-Tronic que lleva, por ejemplo, el ya citado Clase C.
El cambio 7G-DCT tiene tres programas de funcionamiento —E (Efficiency), S (Sport) y M (Manual)— que se seleccionan con un botón que hay en la consola (imagen, a la izquierda del botón de luces de emergencia). El programa E es el modo «normal», el que se activa por defecto al arrancar y en el que el cambio sube y baja de marcha con suavidad tratando de mantener el motor a pocas revoluciones. El programa S retrasa el momento de subir de marcha y adelanta el momento de bajarla con el fin de que el motor siempre gire a más revoluciones que en el programa E. Además, tiene mayor tendencia a reducir de marcha para una misma presión sobre el acelerador. Por último, el modo M es el que permite un manejo manual del cambio mediante las levas que hay detrás del volante (imagen). Deja subir y bajar de marcha a voluntad, aunque siempre dentro de unos límites. Por ejemplo, si se llega a las revoluciones máximas, el cambio pasa automáticamente a la siguiente marcha.
Durante la presentación a la prensa, mi compañero Enrique Calle probó, además del Diesel de 177 CV, las versiones de gasolina CLA 250 Shooting Brake (211 CV) y CLA 45 AMG Shooting Brake (360 CV), que desde julio de 2015 tienen 218 y 381 CV respectivamente. En su opinión, el motor de gasolina de 211 CV vibra notablemente menos y es más silencioso que el Diesel y su capacidad de aceleración, siendo más alta que la del Diesel, no parece tener toda la fuerza que se espera de su potencia.
Sobre el CLA 45 AMG Shooting Brake comentó lo siguiente: «es claramente menos confortable que los otros dos. La dureza de la suspensión es mayor, así como el ruido de rodadura y del motor y sistema de escape. Este hecho se ve acentuado porque los asientos de esta versión AMG tienen un mullido mucho más firme. A los mandos del CLA 45 AMG he tenido la impresión de ir en un vehículo con una clara orientación deportiva, mucho más que en el resto de CLA Shooting Brake, pero que ha perdido el confort de estos».
Volviendo al CLA 220 CDI, me ha sorprendido positivamente el acertado grado de equilibrio entre confort y efectividad en curva de la suspensión, en concreto, de la que va asociada a la línea de equipamiento AMG Line, que es la única que he probado. Esta suspensión en el Clase A —modelo que comparte gran número de elementos estructurales con el CLA— es excesivamente dura, seca e incómoda (no sabemos si esto sigue siendo así tras la actualización del Clase A, más información). Pues bien, en el CLA Shooting Brake no es así. Es una suspensión firme, con poco recorrido vertical y que transmite los baches al habitáculo con claridad a poco que tengan cierta entidad (por ejemplo, los badenes típicos de las ciudades), pero que los absorbe sin brusquedad y sin dar golpes desagradables.
A cambio de esta pérdida de confort —con mucha probabilidad el CLA Shooting Brake con la suspensión de serie, llamada «Tren de rodaje de confort», es más confortable— se obtiene un coche con una gran estabilidad y agilidad en curva, y de reacciones rápidas a las acciones del conductor. Entra con gran precisión en los giros y tiene muy poca tendencia a desviarse de la trayectoria. La carrocería se balancea poco y apoya con rapidez y sensación de solidez.
Sus cualidades dinámicas son, en términos generales, similares a las del CLA Coupé y, por tanto, es un coche con el que se puede disfrutar de la conducción en curvas más que con un Clase C Estate pues los apoyos son más instantáneos (el intervalo entre que el conductor mueve el volante y el coche se apoya en las curvas es menor).
Los frenos hacen correctamente su trabajo aminorando la velocidad (necesitan 53,3 metros para pasar de 120 a 0 km/h; tabla comparativa).
El agrado de conducción a alta velocidad (en autopista) es grande por la sensación de control que transmite, por el antes citado confort de marcha y por el buen aislamiento acústico del habitáculo. El Clase C Estate puede ser un coche aún más silencioso si se pide la opción de ventanillas delanteras de vidrio laminado (que consiste en dos láminas de vidrio unidas por una película de plástico), opción no disponible en el CLA Shooting Brake, pero que no he echado en falta en ningún momento.
Entre los sistemas de ayuda a la conducción que puede llevar el CLA Shooting Brake, me ha parecido muy útil el que avisa de la presencia de vehículos en el ángulo muerto de los retrovisores laterales (es opcional). El aviso lo hace mediante un triángulo de color rojo en el retrovisor que corresponda (imagen) y, si con el triángulo encendido se activa el intermitente, éste parpadea y se escuchan tres pitidos consecutivos a modo de alerta.
Otra opción que llevaba la unidad de prueba era el sistema de ayuda al aparcamiento PARKTRONIC. Se activa automáticamente por debajo de 30 km/h y hace lo mismo que otros sistemas de aparcamiento semiautomáticos similares: va detectando espacios en los que el coche cabe y, si el conductor decide aparar en uno de ellos, se encarga de hacer las maniobras necesarias con el volante. La diferencia del sistema PARKTRONIC con respecto a otros está en que, si bien es cierto que el control del acelerador y el freno corren a cargo del conductor, es capaz de aplicar una ligera fuerza de frenado para indicar los momentos en que hay que dejar avanzar o retroceder y cambiar el sentido del movimiento. Lo habitual en otros sistemas es que el momento dejar de retroceder para avanzar (y viceversa) se indique con un mensaje en la pantalla central; en el CLA también aparece este mensaje, pero además está la citada actuación sobre el freno.
La cámara de visión trasera es una opción recomendable por la mediocre visibilidad hacia atrás y hacia los tres cuartos traseros del CLA Shooting Brake. Es una cámara con una buena resolución de imagen y que permite dos visualizaciones, una «normal», sin mucha deformación de la realidad, y otra que da un mayor campo de visión pero más distorsión de los elementos enfocados. Cuando no está en uso, la lente de la cámara permanece oculta y protegida de la suciedad en la parte superior de la hornacina de la matrícula.