El Mercedes-Benz C 180 K lleva un motor de 1,8 litros 16V sobrealimentado que no tiene nada que ver con el motor atmosférico de 2,0 litros 16V que llevaba el anterior C 180 (129 CV). El actual tiene menos cilindrada, distribución variable en los árboles de levas de admisión y escape, un compresor volumétrico Eaton y árboles de equilibrado en el cárter superior. Alcanza 143 CV de potencia máxima y 220 Nm de par máximo, entre 2.500 y 4.200 rpm. Tiene una respuesta más enérgica desde bajo régimen, más suavidad de funcionamiento (no se aprecian vibraciones) y una sonoridad reducida.
Es un motor progresivo desde bajas vueltas y estira con energía hasta llegar a la zona roja del cuentavueltas, situada a 6.000 rpm. El corte de inyección llega a 6.300 rpm, pero lo hace de una manera muy suave, sin los «rebotes» habituales que se producen en otros motores. Es suficientemente enérgico para mover al C 180 K con agilidad, aunque su respuesta está condicionada por unos desarrollos de transmisión que parecen largos en recuperaciones (sobre todo en 6ª). A pesar de dicho condicionante, lo cierto es que el motor acaba recuperando velocidad más rápido que muchos de sus rivales de similar tamaño y peso con motor atmosférico, sólo lo superan en esta variable otros modelos con motor turboalimentado.
En 6ª marcha hay que tomarse mucho tiempo y distancia hasta que consigue ganar velocidad (hemos medido 21,1 s para recuperar de 80 a 120 km/h). A cambio, cuando va a 120 km/h en sexta, el motor gira a poco más de 2.800 rpm.
Su capacidad de aceleración no es sorprendente, pero también está por encima de la media. Donde sí destaca especialmente es en velocidad máxima, siendo capaz de superar 220 km/h con 143 CV de potencia. La clave se encuentra en su baja resistencia aerodinámica (con un 0,26 de Cx), el mejor de su categoría (compartido con el nuevo Honda Accord).
Entre las berlinas de su clase es uno de los modelos que menos gasolina consume (tiene un consumo medio homologado de 7,9 l/100 km). El Audi A4 2.0 FSI con motor de inyección directa y 150 CV tiene un consumo homologado menor (7,1 l/100 km), pero según las mediciones que hemos realizado, en el uso real consume todavía menos el C 180 K.
En un uso mixto por carretera y ciudad a ritmo tranquilo, el Mercedes-Benz ha gastado 8,8 litros/100 km. En uso mixto, pero con un estilo de conducción más ágil, ha gastado 10,4 l/100 km. Y en condiciones de máxima exigencia y conduciendo por carreteras de montaña ha gastado 19,1 l/100 km.
En todas las mediciones, el ordenador de viaje ha indicado un consumo medio con un error por defecto de entre 0,2 y 0,9 l/100 km, mientras que las mediciones del cuentakilómetros y del velocímetro son muy precisas. La instrumentación tiene dos indicadores de velocidad, uno analógico y otro digital: el digital es más preciso y marca siempre entre 3 y 4 km/h de más sobre la velocidad real, mientras que el analógico indica siempre 2 km/h más que el digital.